Muchas personas no saben que el 11 de septiembre del 2001, además de las dos Torres Gemelas del World Trade Center, también cayó un tercer edificio parte de este complejo, el WTC 7, horas después supuestamente debido al impacto de residuos de los otros edificios que habrían ocasionado un incendio, que de manera increíble hizo que se colapsara. Esta es la versión oficial.


Más de 1,500 arquitectos e ingenieros y arquitectos certificados, así como numerosas familias de la víctimas, se han unido por la verdad de los acontecimientos del 11 de septiembre, montando un sólido caso que corrobora la hipótesis de que este edificio se desplomó por una demolición controlada. Numerosos expertos han analizado la forma en la que sucumbió este edificio, argumentando de una manera contundente que el WTC 7 tuvo que haber sido demolido de manera controlada, lo que significa que esto fue planeado con anticipación.

Pese a que la evidencia de la Zona Cero fue destruida con premura, se han encontrado ahí restos de nanotermita, un poderoso explosivo, y de acero derretido, algo que solamente ocurre con una explosión y no con un mero incendio.

Las imágenes de la cobertura de ese día reiteradamente recuperan testimonios de periodistas y testigos que expresan la sensación de escuchar y ver una explosión, una demolición controlada.

El edificio WTC 7 albergaba solamente oficinas de agencias gubernamentales (entre ellas la CIA) e instituciones financieras. El dueño del edificio, Larry Silverstein, recibió 7 mil millones de dólares en compensaciones de seguros, una cifra suficientemente jugosa para mantenerlo contento por haber volado su edificio.

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