David y Luka tienen una rara habilidad para atraer objetos metálicos, tal como si fueran magnetos humanos. Este fenómeno carece de explicación médica.

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Sanja Petrovic, madre de David, dijo a The Associated Press que se percató de las habilidades de su hijo hace apenas un mes.

"Le pedí que me trajera una cuchara para poder alimentar a su hermanito menor y el me contestó: mamá, es que se me pega!", narró Petrovic. "Entonces lo encontré con varias cucharas y tenedores colgando de su cuerpo", dijo la madre.

Horrorizada, la mujer de 26 años llamó a su hermana, quien también descubrió que su hijo, Lika, tenía la misma habilidad. "Los otros niños de la familia no pueden hacer esto, sólo ellos dos", dijo Petrovic.

Este fenómeno es extraño y, hasta el momento, carece de explicación médica. No obstante, algunos casos similares se han reportado en Serbia, Croacia y Bosnia.

"Hasta donde yo se no hay explicación médica o científica", dijo el radiólogo Mihajlo Dodic, quien tiene su práctica médica en la capital serbia, Belgrado. Dodic aseguró que el magnetismo de estos primos raya en lo "paranormal".

El padre de Luka, Slavisa Lukic, dijo que los médicos han examinado a los niños e indicaron que estos se encuentran en perfecto estado de salud. Más aún, recomendaron seguimiento médico regular durante su crecimiento. "Nadie puede decirnos por qué esto está ocurriendo", dijo Lukic.

La madre de David dijo que su hijo pierde sus poderes de magnetismo solo cuando duerme, pero los recupera tan pronto se despierta y comienza a moverse.

"Cuando juega con sus amigos, cualquier objeto se le adhiere al cuerpo", dijo la madre y añadió "luego se siente cansado y con escalofríos".

Ambos, David y Luka, disfrutan presentar un espectáculo para los visitantes. Con una señal, los niños sonríen y levantan sus manos al aire para mostrar cómo los utensilios de cocina se le adhieren al cuerpo sin resistencia alguna.

Por su parte, el resto de la familia también parece haberse acostumbrando a la peculiaridad de estos niños y a la atención que reciben.

"Al principio estaba en shock, pero ahora solo intentamos mantener los cuchillos lejos de ellos", concluyó Petrovic.