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Existen misterios sin resolver en cada rincón de nuestro planeta, desde el desierto de Chile que carece de toda forma de vida, hasta las profundidades sin fin del océano Pacífico.

En el norte de México, en medio del ardiente desierto de Chihuahua, se localiza uno de los misterios más notables. Nos referimos a la zona del Silencio, llamada así por los residentes locales, la comunidad científica y los curiosos que la visitan de tiempo en tiempo buscando respuestas a los fenómenos que allí se producen. Según atestiguan, el lugar es un misterio de la naturaleza donde es difícil distinguir la realidad que se ve con la fantasía.

Este desierto semiárido, que aparenta estar completamente deshabitado, está a unas 400 millas al oeste de El Paso. La población más cercana es Ceballos. Los habitantes de este pueblo viven precariamente en medio de una franja que han denominado "la zona". Allí la vida es una lucha continua entre la muerte y la supervivencia.

"La zona" está al norte del Trópico de Cáncer y comparte la misma latitud sur del paralelo 30 donde está el Triángulo de las Bermudas, un hecho que los científicos piensan que puede ser una coincidencia. De hecho, la han rebautizado como el Mar de Tetis porque hace millones de años estuvo en el fondo del mar.

La región permanece desconocida para la mayor parte del mundo. No existen hoteles, no hay comercio ni vida más allá de algunos insectos, reptiles y pequeños mamíferos que soportan el calor extremo del área.

Lo que puso a "la zona" en el mapa fue un misil lanzado en 1970 desde la base de misiles White Sands cerca de Nuevo México, que se estrelló en esta misteriosa región desértica. Fue así como se supo de sus propiedades extrañas. Al poco tiempo, un grupo de investigadores de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, con la anuencia del gobierno de México, visitó la zona y realizó un descubrimiento extraordinario: dentro de un radio indeterminado y variable del área no progresan las señales de radio, lo que la convierte en una "zona muerta", por eso la bautizaron la zona del Silencio.

Desde entonces, el gobierno mexicano ha mantenido una biosfera para investigarla. Su propósito principal es estudiar la vida vegetal y animal, pero los rumores apuntan que allí se están realizando investigaciones secretas sobre Gateways o portales a otros mundos, así como el contacto con seres de otras galaxias y dimensiones.

La región es bastante rara. Se han descubierto altos niveles de magnetita y unos cuantos meteoritos. Se reportan luces extrañas, orbes flotantes, arbustos que se incendian espontáneamente, platillos voladores y encuentros con seres extraños. Los pocos residentes cuentan de avistamientos nocturnos de naves que flotan y aterrizan verticalmente en el desierto, provocando chispas y fuegos.

Y están los encuentros con extraños humanoides. Una familia insiste que los visita con frecuencia un trío de humanoides de largos cabellos rubios, dos hombres y una mujer, que hablan español perfectamente. Solo piden agua, nunca alimentos ni nada más. Cuando les preguntan de dónde vienen se limitan a responder: "de arriba".

No sabemos cuánto de lo que se dice sea cierto y cuánto es producto de la imaginación. Lo que está claro es que sí existe un fenómeno que escapa a toda explicación lógica. Si la causa es de naturaleza científica, milagrosa o mágica, queda por verse.

Si deseas visitar la zona del Silencio prepárate para no contar con celulares, radios ni televisores. Ve preparado para cruzar la dimensión desconocida del silencio total, y quién sabe hasta dónde puedas llegar...