Imagen
© Wikimedia
La vitamina C es un micronutriente necesario en todo momento del año, pues tiene función antioxidante, refuerza las defensas del organismo, ayuda a cicatrizar heridas y favorece la absorción del hierro. Los alimentos que ofrecen esta vitamina son generalmente de origen vegetal, como es el caso de la espinaca: una buena fuente de vitamina C entre las verduras.

Sólo una porción de 200 gramos de espinaca contiene 80 mg de vitamina C, lo cual es suficiente para alcanzar las recomendaciones diarias de este micronutriente si incluimos esta verdura en una tortilla, un pastel, una salsa, un budín u otro.

Por supuesto, si consumimos la espinaca al vapor perderemos menos vitamina C y si la consumimos sin cocción, fresca y crujiente en una ensalada, también podremos obtener el 100% de esta vitamina, aunque no podremos consumir más de 100 gramos de estas livianas hojas.

.