Dolor crónico
© Kiyoshi Takahase Segundo/Photos.comDolor crónico afecta la forma en que el cerebro procesa o siente el espacio alrededor del cuerpo así como el cuerpo mismo.
Cuando los participantes pusieron las manos en la zona dolorosa de la espalda, sus cerebros apenas registraron la presencia de las manos.

Las personas que sufren de dolor crónico pueden experimentar de manera diferente su entorno de cómo lo sufren quienes no lo padecen.

Un equipo de neuro-científicos de Australia e Italia estudió la respuesta de las personas con dolor de espalda a una vibración en el área de dolor en comparación con áreas no afectadas.

Los resultados mostraron que los cerebros de los que sufren de dolor procesan el estímulo más lentamente. Pero lo más interesante, fue encontrar que el efecto era el mismo si el estímulo provenía del área cerca del dolor o de un área sin dolor.

Otros estudios han demostrado que la forma en que el cerebro procesa información acerca de las partes dolorosas del cuerpo cambia en las personas con dolor crónico.

"Pero lo que es más notable es que el problema afecta el espacio alrededor del cuerpo, así como al cuerpo mismo", dijo el autor del estudio Lorimer Moseley, de la Universidad de Australia del Sur, en un comunicado de prensa.

Cuando los participantes pusieron las manos en la zona dolorosa de la espalda, sus cerebros apenas registraron la presencia de las manos.

Estos resultados son una reminiscencia de la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que dice que el espacio-tiempo es afectado por la presencia de la materia.

"La potencial similitud entre nuestros resultados y la distorsión del espacio-tiempo predicha por la teoría de la relatividad es definitivamente, intrigante", dijo Moseley.

"Obviamente, aquí no es el espacio externo el que está distorsionado, sino la capacidad del cerebro para representar a ese espacio dentro de su circuito neural".

"Este hallazgo abre toda una nueva área de investigación sobre la forma en que el cerebro nos permite interactuar con el mundo y cómo esto puede ser interrumpido en el dolor crónico", agregó el neurólogo.

El estudio fue publicado en la revista de Neurology el 27 de junio.