OF THE
TIMES
Soy científico. El mío es un mundo profesional en el que se logran grandes cosas para la humanidad. Pero está desfigurado por unos incentivos inadecuados.Vea también:
Los sistemas imperantes de la reputación personal y el ascenso profesional significan que las mayores recompensas a menudo son para los trabajos más llamativos, no para los mejores.
Aquellos de nosotros que respondemos a estos incentivos estamos actuando de un modo perfectamente lógico - yo mismo he actuado movido por ellos - , pero no siempre poniendo los intereses de nuestra profesión por encima de todo, por no hablar de los de la humanidad y la sociedad.
Todos sabemos lo que los incentivos distorsionadores han hecho a las finanzas y la banca. Los incentivos que se ofrecen a mis compañeros no son unas primas descomunales, sino las recompensas profesionales que conlleva el hecho de publicar en revistas de prestigio, principalmente Nature, Cell y Science.
Estas revistas promocionan de forma agresiva sus marcas, de una manera que conduce más a la venta de suscripciones que a fomentar las investigaciones más importantes.
Al igual que los diseñadores de moda que crean bolsos o trajes de edición limitada, saben que la escasez hace que aumente la demanda, de modo que restringen artificialmente el número de artículos que aceptan.
Luego, estas marcas exclusivas se comercializan empleando un ardid llamado "factor de impacto", una puntuación otorgada a cada revista que mide el número de veces que los trabajos de investigación posteriores citan sus artículos.
La teoría es que los mejores artículos se citan con más frecuencia, de modo que las mejores publicaciones obtienen las puntuaciones más altas. Pero se trata de una medida tremendamente viciada, que persigue algo que se ha convertido en un fin en sí mismo, y es tan perjudicial para la ciencia como la cultura de las primas lo es para la banca.
Randy Scheckman - "Cómo revistas como Nature, Cell, y Science están dañando a la ciencia"
Comentario: Lo que a su vez podría confirmar que los meteoritos cargan microorganismos a través del espacio, los cuales pueden ser depositados en la tierra u otro planeta, causando enfermedades, mutaciones y haciendo que los evolucionistas tengan que replantear sus teorías...
Vea:
Encuentran bases nucleicas de ADN en meteoritos caídos a la Tierra
Resolviendo un misterio de hace 3,5 mil millones de años - La vida en la Tierra fue generada por meteoritos.
La teoría de la panspermia aporta todo un nuevo significado a la incógnita del origen de la vida humana en la Tierra. Les recomendamos el Enfoque SOTT de Laura Knight "La Era Dorada, la Psicopatía y la Sexta Extinción" para profundizar sobre este trascendental asunto: Pero el asunto es aún más complejo y abarca muchas otras "terribles" posibilidades:
La aparición repentina de enfermedades, plagas, o pestes durante la historia humana (o en la actualidad) constituye un indicio de que quizá algo proveniente del exterior ingresó al ecosistema terrestre. Hay suficiente evidencia acumulada como para considerar esta hipótesis altamente probable. De ser así las consecuencias posibles de los impactos de cuerpos celestes en la tierra, además de las derivadas del impacto en sí mismo y de las ondas electromagnéticas generadas, podrían traer consigo nuevas variedades de virus, bacterias (con información genética diferente), es decir, enfermedades jamás vistas y nuevas combinaciones genéticas.
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