Si este año se le hace más largo de lo habitual no se preocupe, es perfectamente normal. 2015 durará un segundo más para así compensar la rotación de la Tierra, que tiende a girar más despacio, lo que también hace que los días sean poco a poco
más largos. El responsable de alargar el año es el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (IERS) del Observatorio de París, que
anunció esta misma semana la decisión.
Por este motivo, el 30 de junio de 2015 las agujas marcarán - de forma excepcional - las 11:59:60, con la intención de esperar a que la Tierra les alcance. Esto es debido a que los relojes atómicos son extremadamente puntuales: el más preciso de ellos
necesitaría 300 millones de años para atrasar un segundo. Por el contrario, nuestro planeta frena debido a la interacción gravitacional con la Luna. Así que, en cierto modo, los relojes humanos son más fiables que la propia rotación terrestre, y deben ser ajustados periódicamente.
Este ajuste horario puede parecer anecdótico, pero podría tener consecuencias serias sobre programas informáticos, webs y sistemas operativos. Una especie de efecto 2000 que ya ha dado algún quebradero de cabeza en ocasiones anteriores. Y es que, a diferencia de la Nochevieja de 1999, que sólo tuvo lugar una vez, este es un problema recurrente para ingenieros de todo el mundo.
Comentario: Tal vez podrían explicarlo con facilidad si tuviesen en cuenta el factor eléctrico en las interacciones de los cuerpos celestes.
Les recomendamos nuestro libro recientemente publicado, Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica, disponible aquí (en inglés).