Ya es posible medir la superposición de estados sin perturbar un sistema cuántico: un modelo matemático consigue observar al gato de Schrödinger sin poner en peligro su vida. Nuevo paso para la comprensión de la mecánica cuántica.
© Gerd Altmann, Pixabay
Una de las grandes cuestiones de la física de partículas es que resulta bastante complicado observarlas sin que esa observación cambie su naturaleza, lo que ha derivado en la suposición de que la realidad, en su estado más elemental, es inaccesible al conocimiento humano.
Holger F. Hofmann, profesor asociado de Física en la Universidad de Hiroshima en Japón,
explica al respecto: "para mirar, debemos tener luz, y la luz cambia el objeto. De hecho, incluso un solo fotón de luz transfiere energía al objeto que se está mirando."
Una interpretación de esta evidencia es que, como no se puede medir nada sin alterarlo, eso significa que todo lo que sabemos del mundo cuántico es algo de alguna forma subjetivo: depende del observador (que ilumina la realidad para poder observarla).
Comentario: Al parecer, la extinción de los dinosaurios no se debió a un único fenómeno aislado sino que hubo una variedad de "cambios planetarios" y otros factores antes de que el meteorito hiciera su aparición fatal.
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