A los 17 años sufrió de cáncer. Se hizo pediatra oncólogo. En Guadalajara recibe 20 niños a diario, la tasa de supervivencia es del 80%.
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Navidad del 2007, el doctor llega al consultorio en el Nuevo Hospital Civil de Guadalajara. Iba de impecable traje y corbata.
La sala de espera estaba llena de pacientes: niños de todas las edades. Saludó de forma amable, con una animosa sonrisa y cerró la puerta detrás de él. Cuando volvió para llamar al primer paciente, Sergio Gallegos Castorena se había transformado en Papá Noel (Santa Claus), con bata de médico y estetoscopio.
Todos se sorprendieron, todos explotaron en risas.
Pero es que un día es El Santo o El Enmascarado de Plata, al siguiente el Hombre Araña (Spiderman). De repente Médico Brujo, Pirata del Caribe, Charro mexicano, Ironman o el inconfundible Chavo del 8.
Él, combate la leucemia infantil con todas sus armas disponibles. Es: el superhéroe doctor.
Comentario: ¡Qué bello ejemplo de humanidad en un ámbito en que cada día ésta parece perderse un poco más! Una enfermedad ya es lo suficientemente dura con cualquier persona y un trato inhumano, que agrega miedo, tensión y desesperanza, ciertamente empeora las cosas. Si la medicina busca curar realmente a las personas, debe entender que los seres humanos necesitan justamente lo que el doctor Gallegos les otorga, confianza, amor y preocupación real.
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Comentario: Es interesante que algunos animales lleguen a ser más cívicos que algunos ser humano.