Comentario: Mientras seguimos leyendo, no olvidemos que la Francia de Macron, donde goza de un escaso índice de aprobación del 30%, ha entrado en su 16ª semana de protestas, gracias en gran parte a sus políticas neoliberales que están destruyendo rápidamente los medios de vida de sus ciudadanos.
Ciudadanos de Europa:
Si me he tomado la libertad de dirigirme a ustedes directamente, no es solo en nombre de la historia y de los valores que nos unen, sino también porque hay urgencia. Dentro de unas semanas, las elecciones europeas serán decisivas para el futuro de nuestro continente.
Nunca antes, desde la Segunda Guerra Mundial, Europa ha sido tan necesaria. Y, sin embargo, nunca ha estado tan en peligro.
El Brexit es ejemplo de todo ello. Ejemplo de la crisis de una Europa que no ha sabido satisfacer las necesidades de protección de los pueblos frente a los grandes cambios del mundo contemporáneo. Ejemplo, también, de la trampa europea. La trampa no es pertenecer a la Unión Europea, sino la mentira y la irresponsabilidad que pueden destruirla. ¿Quién les ha contado a los británicos la verdad sobre su futuro tras el Brexit? ¿Quién les ha hablado de perder el acceso al mercado europeo? ¿Quién ha advertido de los peligros para la paz en Irlanda si se vuelve a la frontera del pasado? El repliegue nacionalista no tiene propuestas; es un «no» sin proyecto. Y esta trampa amenaza a toda Europa: los que explotan la rabia, ayudados por noticias falsas, prometen una cosa y la contraria.
Comentario: En resumen: Macron quiere ayudar a gobernar Europa -cuando apenas tiene el apoyo de su propio país- con organismos centralizados, antidemocráticos y burocráticos; reemplazar la cultura tradicional europea con su propia visión distorsionada del mundo; y está aterrorizado por los populistas que se están levantando en el poder, que en realidad representan al pueblo más que él y que, con un voto justo, eventualmente lo expulsarían.