En 2022 Alemania quiso imitar a Israel, proponiendo su propia "cúpula de hierro", un escudo antimisiles a escala continental. Nada parece más lógico que apuntarse a una iniciativa de esas características para contrarrestar amenazas aéreas como los nuevos drones y los misiles hiperveloces.
Hasta Suiza, tradicionalmente neutral, aprobó su incorporación a un sistema de armas europeo. Sin embargo, países de la Unión Europea, como Francia, Italia y Polonia se oponen al proyecto alemán.
Alemania ha orquestado la compra conjunta de sofisticados sistemas de defensa aérea destinados a detectar e interceptar amenazas a diversas altitudes. Sin embargo, esta colaboración revela una división en la uniformidad de las políticas de defensa dentro de la Unión Europea, lo que plantea cuestiones estratégicas, financieras y políticas.