Se trata de buques desplegados en el océano Pacífico, en donde son detenidos traficantes de droga provenientes de Centro y Sudamérica.
© Molly Riley / Reuters'Stratton', el nuevo buque de la Guardia Costera de Estados Unidos anclado cerca de Annapolis, Maryland, antes de dirigirse a Baltimore, el 1 de noviembre de 2011.
El gobierno de Estados Unidos lleva a otro nivel su combate contra las drogas. Y para lograrlo ha establecido
centros de detención secretos en varios buques en alta mar, desplegados en el océano Pacífico.
El objetivo es detener el flujo de cocaína y otras drogas provenientes de Centro y Sudamérica, según un reporte del
diario The New York Times.
Cuando estos buques capturan una embarcación que lleva droga,
los traficantes son llevados a esos buques, son interrogados y retenidos allí mientras la Guardia Costera hace los trámites necesarios para trasladarlos a Estados Unidos y someterlos a juicio.
Sin embargo, este procedimiento no se realiza en pocas horas o días.
A menudo puede durar semanas o meses.
Voceros de la Guardia Costera afirman que pueden hacer esto porque los contrabandistas de drogas no están formalmente bajo arresto hasta que llegan a las costas estadounidenses, pero algunos de los peores casos están siendo criticados incluso por los oficiales de ese cuerpo de vigilancia marítima.
Guantánamos flotantesA esta nueva modalidad ya se le comienza a llamar los
'Guantánamos flotantes', en referencia a la prisión establecida en la base naval que Estados Unidos tiene en Cuba y a donde fueron llevados cientos de detenidos, acusados de terrorismo,
en procedimientos que operan fuera del sistema de justicia estadounidense.
Seth Freed Wessler, quien reportó esta historia, indicó que una serie de acuerdos entre Estados Unidos y varios países de América Latina permite al gobierno estadounidense realizar estos operativos con base en la aplicación de la ley de drogas marítimas.
Caso de un pescador ecuatorianoWessler narró el caso del ecuatoriano Jhonny Arcentales, quien se dedicaba a la pesca pero, ante la precaria situación por la que atravesaba, se inmiscuyó en el tráfico de drogas.
Arcentales y otro hombre fueron interceptados por la Guardia Costera y estuvieron cautivos por espacio de 70 días.
Ambos permanecieron encadenados por los tobillos en la cubierta de un barco.
Comentario: Antes de correr a su búnker nuclear más cercano, tome en cuenta que Corea del Norte no busca ser destruido (lo que ocurriría de inmediato si atacara con armas nucleares a Estados Unidos o Europa), sino disuadir a quienes lo amenazan. A pesar de esto, puede esperar una respuesta histérica por parte del gobierno de Trump y otras voces en Occidente. ¿Pero ir a la guerra? Sigue siendo poco probable para ambas partes del conflicto.
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