Las maniobras para "rearrimar" Rusia a Europa han comenzado en el sur de Francia. Emmanuel Macron reafirma su convencimiento en que la
cooperación con Rusia es indispensable para la resolución de los actuales conflictos internacionales.© Sputnik / Alexey Druzhinin
La
minicumbre Macron-Putin en el fuerte de Bregançon puede calificarse de positiva para ambas partes. El presidente francés se convierte en el interlocutor privilegiado de Rusia en Europa, actuando de rompehielos en las deterioradas relaciones entre Moscú y sus vecinos del oeste del continente.
Bajo el sol de la costa mediterránea francesa, el calentamiento de relaciones entre Rusia y Francia coloca también a Vladímir Putin como parte indispensable — "imprescindible", dijo Macron — en la resolución de
los principales conflictos internacionales, ya sea Ucrania, el Golfo Pérsico, Siria o Libia, entre otros. Una evidencia que solo la histeria anti-rusa denunciada por Moscú podía negar.
Nadie esperaba decisiones concretas de la reunión; se trataba de acercar posturas sin esconder, muy al contrario, las diferencias de visión sobre varios diferendos internacionales. Y en esos puntos de fricción,
la crisis ucraniana sigue siendo el número uno, aunque tanto Putin como Macron se mostraron ligeramente
optimistas.
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