La crisis de la República Centroafricana se está convirtiendo en la mayor emergencia humanitaria olvidada de nuestro tiempo.Cuando, en marzo de 2013, el grupo armado Seleka entró en Bangui, la capital de la República Centroafricana, miles de personas huyeron de sus casas y buscaron refugio en el aeropuerto de la ciudad. Empleando antiguos hangares y aviones abandonados como techo y durmiendo allí donde pudieron colocar una esterilla,
decenas de miles de personas sobreviven junto a las pistas de aterrizaje activas del aeropuerto internacional Mpoko.
Feitouana Ornella llegó aquí en 2014, tras caminar cinco kilómetros. Al llegar al improvisado campo del aeropuerto, dio a luz a la pequeña Debora Gbane.
"Es muy difícil conseguir comida aquí,
si lo logro, como solo una vez al día", relata Feitouana, con su hija en brazos. "
Si no como, no puedo amamantar, es muy duro estar aquí". El aeropuerto de Bangui puede ofrecer poco más que un refugio seguro frente a los combates a sus habitantes.
Las condiciones higiénicas son muy deficientes y los refugiados padecen una ausencia alarmante de comida y medicamentos. "Aquí no hay medicinas, soy católica y solo puedo rezar y poner este rosario a mi nieto y esperar a que se cure", cuenta la desplazada Germaine Yassipou, con su nieto, enfermo de malaria, abrazado a su torso.
Comentario: Es completamente irresponsable permitir que menores que aún no tienen su corteza prefrontal desarrollada tomen decisiones de algo tan delicado como el cambio de género, sobre todo si toda la cultura a su alrededor les influye para tomar este tipo de decisiones:
Hipersexualidad, cultura pop y la trampa mortal de la identidad de género - SRN en español (vídeo)
Esta ley es un buen ejemplo de Ventana de Overton:
El declive de la civilización occidental: La "fluidez de género" como presagio del infierno posmodernista Cuestionar la fluidez de género se ha convertido en la nueva blasfemia. ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Cuál es la siguiente propuesta?
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