OF THE
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Hoopes, profesor asociado de antropología y director del Programa Mundial de Estudios de las Naciones Indígenas, acaba de regresar de un viaje a Costa Rica, donde él y sus colegas evaluaron las esferas de piedra para la UNESCO, la organización cultural de las Naciones Unidas que podría otorgar a dichas esferas el estatus de patrimonio mundial.
Su informe ayudará a determinar si los sitios vinculados a los enormes orbes serán designados para la preservación y la promoción debido a su "valor excepcional para la humanidad".
Hoopes, que investiga las culturas antiguas de América Central y del Sur, es uno de los principales expertos del mundo en las esferas de Costa Rica. Explicó que a pesar de que las bolas de piedra son muy antiguas, el interés internacional en las mismas sigue creciendo.
Como la esposa no científica de un científico, durante años lo he acompañado durante expediciones arqueológicas y he sido testigo de muchos descubrimientos aparentemente inexplicables, pero ninguno ha proporcionado un mayor reto o burlado mi imaginación con más intensidad que las bolas de piedra increíbles que se encuentran en América Central. Los enigmas que plantean pondría en peligro la capacidad deductiva de un Sherlock Holmes.
¿Por qué cientos de estas esferas de forma perfecta, que varían en diámetro desde unas pocas pulgadas a ocho pies, estarían esparcidos en las selvas del suroeste de Costa Rica? ¿Cómo es que la gente prehistórica pudo haberles dado forma usando solamente las herramientas más primitivas? ¿Y cómo podrían ellos haberlas movido a través de montes y valles desde las distantes fuentes de piedra? No se han encontrado otras bolas de piedra de tal tamaño en ningún otro lugar en el mundo, a excepción de unas pocas en las tierras altas de Guatemala y en Vera Cruz. Las esferas lisas, hermosas y casi perfectamente redondeadas dan el testimonio mudo de las facultades artísticas de un pueblo antiguo y ponen a prueba el ingenio del hombre moderno para explicar la mano de obra y el significado de las mismas.
Comentario: Hoy por hoy Turquía sigue negando el reconocimiento del genocidio armenio. Y Turquía es una aliada y gran amiga de la Unión Europea. Esta misma Turquía que no acepta su propia historia, es la que ahora tiene el mando del cuidado de los refugiados que Europa no quiere ver en sus tierras. Para dar escalofríos.
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