© NatureSituación del condado de Lantian, en el centro de China, donde se localiza el yacimiento de Shangchen.
Durante la última década del siglo XX fuimos testigos del escepticismo que despertaron los hallazgos en el yacimiento del Dmanisi. Su gran antigüedad no casaba bien con el paradigma de entonces.
Con anterioridad a esos hallazgos la comunidad científica había construido una teoría aparentemente sólida sobre la primera expansión humana fuera de África, que habría sucedido hace un millón de años. Los restos fósiles humanos de Dmanisi tenía en torno a 1,8 millones de años y su aspecto era muy primitivo. Supimos entonces que no era necesario tener una buena estatura, piernas largas y un cerebro grande para abandonar el continente africano y aventurarse a la conquista de nuevos territorios.
El castillo se derrumbó y hubo que reconstruirlo a toda prisa. También quedaron reivindicadas las propuestas de varios investigadores, que sostenían una antigüedad de más de un millón de años para varios fósiles humanos encontrados en China e Indonesia (Yuanmou, Gongwangling, Sangiran, Majuangou y Shangshazui). Las cosas se ponían en su sitio.
El 26 de julio de este año la revista Nature ha publicado un artículo liderado por Zhaoyu Zhu (Academia de Ciencias de China) y Robin Dennell (Universidad de Exeter, Reino Unido), en el que el equipo liderado por estos investigadores da una vuelta de tornillo a la antigüedad de la humanidad fuera de su cuna africana.
Comentario: Y hay varias hipótesis que deberían ser consideradas y estudiadas: