Tras un siglo de excavaciones en el yacimiento neolítico de la cultura Vinča, la primera cultura prehistórica de Europa, no se han obtenido aún respuestas a muchos enigmas de hace más de 7.000 años. Un argumento a favor de dicha datación es que las minas de cobre de Rudna Glava, situadas 140 kilómetros al este de Belgrado, tienen precisamente 7.000 años de antigüedad, y que
en Serbia se han encontrado hornos para la fundición de metales de esta época (los Vinča elaboraban cuencos y joyas de bronce),
lo que vendría a indicar que esta cultura es tan ancestral como parece.
© Código OcultoAlgunas piezas escultóricas típicas de la cultura Vinča.
El yacimiento de Vinča se halla 14 kilómetros al sureste de Belgrado, la ciudad blanca, a orillas del Danubio. Un yacimiento que abarca desde el sexto al tercer milenio antes de Cristo, cuando los valles de los ríos eran las principales vías de contacto. Concretamente, el lugar se ubica en un promontorio de 10 metros de altura, formado por estratos culturales de los que ocho metros corresponden a la cultura Vinča del Neolítico. Su descubrimiento se atribuye a Miloje Vasic, uno de los principales arqueólogos serbios. Los elementos más característicos de la cultura de Vinča son las cerámicas oscuras, con decoración acanalada en relieve, así como sus idolillos de barro y piedra con cabezas y rostros extraños, esculpidos tomando como referentes a sus dioses y que poseen caras alargadas, narices aguileñas, ojos oblicuos y bocas pequeñas.
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