"En el lado oriental,
una nube negra y horrenda, desgarrada por destellos sinuosos y relampagueantes de fuego, se abría en largas llamaradas. Tinieblas de nuevo: ceniza, densa y pesada". Así describió Plinio el Joven la erupción del Vesubio que sepultó Pompeya en el siglo I y que constituye la primera documentada en toda la historia. La última ha sido la del volcán White Island el 9 de diciembre, en Nueva Zelanda, que
se ha cobrado la vida de casi una veintena de personas.
El volcán Whakaari, en la isla de Nueva Zelanda del mismo nombre, en plena erupción.
Una erupción como la ocurrida en esta isla del Pacífico puede producirse en cualquier zona volcánicamente activa del planeta en la que, además, haya agua disponible en las circunstancias adecuadas, explica a
20minutos la directora del Observatorio Geofísico Central del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Carmen López. Esta afirmación abre la puerta a que
España, y especialmente Canarias, sean escenario de un fenómeno de este tipo.
España cuenta con áreas volcánicamente activas, esto es, donde se han producido erupciones o fumarolas en los últimos 10.000 años, mayoritariamente en Canarias. "Sin embargo,
la probabilidad de que algo parecido a lo de Nueva Zelanda suceda en el archipiélago es muchísimo más baja que en White Island. En Canarias ocurren de media aproximadamente 3 erupciones cada siglo y en la serie histórica apenas ha habido una con actividad similar a esta", asegura.