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Después de décadas de búsqueda, los investigadores finalmente han descubierto distintos cambios en el sistema inmune que se producen durante el síndrome de fatiga crónica, lo que demuestra de una vez por todas que es algo más que un mero "agotamiento" o un problema psicológico. Esta es la primera evidencia sólida de una enfermedad que puede dejar postradas en cama a las personas durante meses, es un trastorno biológico en distintas etapas, y eso significa que también podamos diagnosticarla cuanto antes mejor.
El mes pasado, EE.UU. dio un paso adelante clasificando la fatiga crónica como una enfermedad, y cambiando su nombre como "enfermedad de intolerancia al esfuerzo sistémico', o SEID.
Junto con el cambio de nombre, también se le atribuyó un estricto conjunto de síntomas que los médicos podrían utilizar para diagnosticar la enfermedad. En otros países, como Australia y Reino Unido, la afección se conoce médicamente como encefalomielitis miálgica (ME). Pero a pesar de estas etiquetas clínicas, los científicos han seguido luchando por encontrar la firma de unos cambios biológicos asociados a la enfermedad que pudieran probarse.
Así que los investigadores de la Escuela Mailman de Salud Pública, de la Universidad de Columbia, decidieron investigarlo. Analizaron el plasma sanguíneo de 298 pacientes con fatiga crónica, y la compararon con 348 controles sanos. Después de ajustar los niveles de estrés y las conocidas influencias en el sistema inmunitario, como la edad y el sexo, el equipo encontró patrones específicos de 51 biomarcadores inmunológicos asociados con esta enfermedad. Sus resultados se publicaron en
Science Advances.
Comentario: El hecho de que encuentren un gran número de citoquinas, las cuales son
indicadores de inflamación, así como un desequilibrio del sistema inmunológico, indica que esta enfermedad puede ser, como muchos lo sospechaban, una efermedad que es producto de la
inflamación constante del organismo, algo que vemos en muchas otras enfermedades modernas. Las citoquinas están también muy asociadas al
estrés, por lo que también quedaría explicado el hecho de que esta condición se haya confundido como un "
problema psicológico", ya que, normalmente el estrés tiende a exacerbar sus síntomas y crear un círculo vicioso.
Quizás, entonces, un tratamiento efectivo podría ser una dieta antiinflamatoria, como la
dieta cetogénica, y técnicas que permitan aliviar el estrés y disminuir la producción de citoquinas, como la
raspiración controlada y el
ejercicio físico.
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