En este artículo de la serie de la dieta cetogénica contra el cáncer elaboraremos una lista de alimentos aconsejados, prohibidos y opcionales con el objetivo de alcanzar un adecuado nivel de cetosis, pero también de obtener el máximo de micronutrientes y un óptimo escenario antiangiogénico.
También nos enfocaremos en cómo calcular los porcentajes de macronutrientes y cómo diseñar un menú diario.
Este no es un artículo teórico.
Pese a que todas las recomendaciones que haré en él se basan en estudios previos, su intención principal es ayudar a quienes necesitan definir con rapidez una dieta cetogénica, por eso no he añadido los enlaces a las pruebas en las que me baso. En el futuro escribiré artículos que profundicen en ello.
También he usado este artículo como un compendio o síntesis
de la serie completa dedicada a la dieta cetogénica contra el cáncer.
Algunos conceptos importantes
A pesar de no ser un artículo teórico es necesario consignar, aunque sea de forma sucinta, las bases conceptuales en las que apoyo los cálculos y las elecciones de cada alimento. Si quieres saltarte esta parte y hacer scroll hasta el contenido práctico pulsa
aquíRecordemos que la intención principal de la dieta es que el cuerpo utilice como combustible metabólico la grasa y no la glucosa, puesto que las células tumorales no son capaces de metabolizar los ácidos grasos y los cuerpos cetónicos y dependen en gran medida de la glucosa (y de aminoácidos como la glutamina) para prosperar. Nuestra intención es 'matar de hambre' al tumor.
Para que el cuerpo use la grasa como combustible es necesario que los niveles de insulina desciendan, y eso se conseguirá cuando los niveles de glucosa desciendan igualmente.
Para que el cuerpo no entre en hipoglucemia debe consumir un combustible alternativo, bien de la propia grasa corporal o bien de la que le proporcionemos.
Por lo tanto debemos consumir los alimentos que provoquen subidas muy moderadas tanto de la glucosa como de la insulina, y otros que proporcionen altos niveles de grasas susceptibles de ser convertidas en ácidos grasos y cuerpos cetónicos.
Pero debemos atender también a otras consideraciones alimenticias:
- Alcanzar una adecuada densidad nutricional, de manera que consumamos la cantidad óptima de vitaminas, minerales y oligoelementos.
- Consumir el porcentaje óptimo de alimentos antiangiogénicos y con propiedades citotóxicas
Comentario: Ésto nos hace ver que realmente existe mucha complejidad en lo que respecta a nuestra salud y que el ambiente tóxico en el que vivimos nos afecta de maneras que sin duda están contribuyendo al aumento de enfermedades que vemos hoy en día. Infecciones exógenas y endógenas, además de los mismos problemas causados por la intoxicación por metales, haluros, pesticidas, smog, aditivos alimenticios y una infinidad de elementos que agregar a la lista de toxicidad actual; todo eso nos lleva a necesitar varias vías de desintoxicación para poder recuperar nuestra salud y vivir lo mejor posible ante tales circunstancias.
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