Aclarar que de momento no hay evidencia científica que avale el tratamiento de esta enfermedad con dieta paleo, así que se debe tratar sólo como evidencia anecdótica.
Tengo la enfermedad de Crohn, pero durante los primeros 15 años de mi vida, no tenía ni idea. Lo que sí tenía es la preocupación de que tenía que haber una razón por la que tenía dolores de barriga brutales casi todos los días, tampoco veía normal que pudiera comer toda la basura que quisiera y nunca subir de peso, ni que todo se complicara muchísimo cuando estaba estresada.
Viví durante años sin respuestas, pero a los 15 años finalmente me diagnosticaron Crohn y empecé una vida dependiente de la medicación. Mi tratamiento me alivió un poco durante el resto de mi época en el instituto, pero cada vez que me estresaba un poco mis síntomas resurgían con fuerza, obligándome a perder clases y experiencias importantes.
La primera vez que el Crohn me mandó a urgencias fue durante mi primer año en la universidad. Haciendo prácticas para un actuación, empecé a sentir dolor en mi abdomen y no se me quitaba, como solía pasar con los dolores habituales. Después de 3 días en el hospital y de recibir dosis altas de antibióticos y esteroides, el dolor remitió. Aunque me quedé muy débil por la dieta liquida que me dieron, fui capaz de actuar y seguir con las clases.
No me podía imaginar que ese episodio era sólo el principio de mis problemas de salud, unos problemas que afectarían toda mi vida. Tenía problemas para ganar peso y todos los síntomas típicos del Crohn, pero la verdadera lucha fue entre mi enfermedad y mis sueños. Constantemente me preguntaba "¿cómo voy a intentar cumplir mis sueños?, será mi enfermedad la que diga cómo tengo que vivir y lo que puedo conseguir?"
Comentario: ¡Muy bien por Anne-Marie! Realmente es un testimonio inspirador para muchas, muchísimas, personas que sufren por enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn y pasan años (quizás toda la vida) siendo tratados por una medicina entrenada para medicar que ha olvidado la premisa básica de que lo que comemos es fundamental para la salud de nuestro cuerpo.
Como han leído, la inflamación es la base de esta enfermedad (y de muchas más), y resulta que la alimentación que llevamos hoy en día es súmamente inflamatoria, además de crear las condiciones perfectas para el desarrollo de enfermedades (no es sorpresa que andemos tan enfermos como sociedad). El estrés es un desencadenante o agravante de los síntomas porque, justamente, promueve la inflamación; y para las personas que ya sufren de un desequilibrio inmunológico como es el caso de los que padecen enfermedades autoinmunes, la tolerancia al estrés puede disminuir y volverse aún más agravante.
La dieta paleo y, más aún, la dieta cetogénica, han mostrado ser efectivas para el tratamiento de estas condiciones, así como para restablecer y mantener la salud en personas que no necesariamente padecen de alguna enfermedad como ésta. Para más información, recomendamos leer: