Los placebos son falsos medicamentos que generan en el paciente una mejoría,
más por un tema psicológico que real. Usualmente se les prescribe sin que ellos sepan que son inertes.
Pero un experimento analiza si, sabiendo el paciente que son falsos, generan un efecto positivo.
Como decimos, lo usual es que el placebo se mantenga en secreto. Si el receptor sabe que lo que recibe es una píldora de azúcar, los efectos positivos desaparecen.
No obstante, el estudio del doctor Darwin Guevara, de la Universidad del estado de Michigan, abre nuevas puertas.
Este placebo no engañoso todavía puede trabajar para aliviar drásticamente la sensación de angustia. El poder de la mente para lograr un cambio, en palabras de
Slash Gear.Guevara y su equipo se propusieron estudiar cuán eficaces son los placebos no deceptivos en la reducción de las emociones.
Comentario: Impresiona ver como funciona el relato oficial de la partidocracia y sus medios de propaganda: los periodistas siendo utilizados como policías del Estado, metiendo miedo a los gobernados y diciéndoles, encima, que ellos tienen la culpa de "la pandemia" y que no se quejen si en un futuro los vuelven a encerrar. La realidad supera a cualquier ficción distópica.