Comentario: Este artículo es la tercera parte de una serie que ya contiene:
Parte I: Evidencia contundente de que el SARS-CoV-2 fue creado por el hombre
Parte II: La estupidez de las vacunas de ARN para la COVID-19
El presente artículo también constituye un capítulo del libro titulado "Extinciones masivas, saltos evolutivos e información viral" (de próxima publicación).
Eugenesia
La selección racial no es un concepto nuevo. Hace 2.500 años, Platón ya abogaba por la cría selectiva [1]. Uno de los legados de la errónea teoría de Darwin fue el resurgimiento de la eugenesia a finales del siglo XIX [2]. A principios del siglo XX, las políticas eugenésicas se aplicaron ampliamente en EE.UU., Japón, varios países europeos y, por supuesto, la Alemania nazi, cuyos programas eugenésicos se inspiraron en las políticas eugenésicas aplicadas en EE.UU. [3].
En general, estas políticas consistían en esterilizar a los individuos "no aptos", incluidos los representantes de las "razas inferiores", y en estimular la reproducción de los individuos "aptos", incluidos los representantes de las "razas superiores".
Pero las revelaciones sobre las atrocidades cometidas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial no detuvieron los programas de eugenesia. La esterilización forzada documentada se siguió practicando durante el siglo XXI en lugares como California [4], España [5] y Perú [6].
Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre los nazis y los partidarios actuales de la eugenesia: la llegada de la genómica en general y la edición de genes [7] en particular. Hoy en día, los científicos saben cómo modificar el genoma humano y cambiar los genes, favorecer ciertos rasgos e inhibir otros. La tecnología actual permite secuenciar un genoma humano completo en 30 minutos [8] y crear secuencias genéticas completas [9].
En ciertos círculos científicos, el impulso ideológico de crear una raza "mejor" sigue siendo fuerte. Por ejemplo, la eugenesia es defendida públicamente por el profesor de la Universidad Johns Hopkins [10] y el asesor [11] de METI (por sus siglas en inglés, Messaging Extraterrestrial Intelligence, "Envío de mensajes a inteligencia extraterrestre"), Nathaniel C. Comfort:
"el impulso eugenésico nos lleva a eliminar la enfermedad, a vivir más tiempo y con más salud, con mayor inteligencia y una mejor adaptación a las condiciones de la sociedad; y los beneficios sanitarios, la emoción intelectual y las ganancias de la biomedicina genética son demasiado grandes para que hagamos lo contrario" [12].Por cierto, se trata de la misma Universidad Johns Hopkins que, a través de su Centro de Investigación de Coronavirus, rastrea los casos de COVID-19 en todo el mundo y alimenta a los medios de comunicación y a los gobiernos con sus datos [13].
Comentario: Ver también: