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Moscú no va a apoyar las nuevas sanciones contra Irán. Así lo afirmó el Ministerio del Exterior ruso subrayando que la comunidad internacional va a interpretar la medida como una nueva herramienta para derrocar el actual Gobierno iraní.La adopción de "sanciones duras" contra Irán es una medida reclamada por Francia tras el nuevo informe del OIEA sobre las actividades nucleares de la república islámica. El país galo ha asegurado que "se impone" elevar el caso al Consejo de Seguridad de la ONU.
El programa nuclear iraní es de nuevo el centro de la atención mundial tras filtrarse en internet extractos de un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). El polémico documento señala que el organismo posee presuntamente 'indicios claros' del desarrollo de armamento nuclear en el país. El gobierno iraní rechaza estas acusaciones.
Teherán: "El documento es políticamente motivado"El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, criticó el trabajo de la OIEA y reiteró que su país lleva adelante un programa atómico pacífico. Declaró que el director general de la OIEA, Yukiya Amano, viola las normas del organismo de la ONU al "cumplir lo que le dicta Washington".
Resaltó que el presupuesto anual del país para la investigación nuclear es de 250 millones de dólares, en comparación con EE. UU. que tiene 5.000 bombas nucleares y dedica 81.000 millones de dólares más para aumentar su arsenal nuclear en 2011, que es "más de 300 veces el presupuesto de investigación nuclear iraní".
"Los países que producen y acumulan bombas atómicas son los peligrosos y no la República Islámica de Irán. Por las presiones, [Irán] no abandonará sus objetivos nacionales", concluyó Ahmadineyad.
"No hay ninguna novedad", dijo Ali-Asghar Soltanieh, el representante permanente de Irán ante el OIEA, comentando el informe del organismo. "El documento no sólo es políticamente motivado, sino también poco profesional. Las actividades nucleares de Irán persiguen objetivos pacíficos. Tras 8 años, 4.000 inspecciones y cientos de visitas inesperadas no consiguieron encontrar ni un gramo de uranio utilizado con propósitos militares", aseguró.
Hace unos días el presidente de Israel, Shimon Peres, llegó a decir abiertamente que en esta situación un ataque militar contra Irán es más probable que una solución diplomática.
Por su parte, el presidente ruso Dmitri Medvédev respondió que semejantes afirmaciones podrían tener consecuencias impredecibles. "Las declaraciones agresivas acerca de que Israel o algún otro país está dispuesto a usar la fuerza contra Irán podrían desembocar en una gran guerra, lo que para Medio Oriente sería una catástrofe", dijo el mandatario ruso; mientras el canciller Serguéi Lavrov advertió: "Un eventual conflicto militar no hará otra cosa que multiplicar el número de víctimas". Tal y como ha ocurrido en otros países de la región, una intervención sólo agravaría la situación que ya de por sí es extremadamente complicada.
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