Eiriu eolas
Éiriú Eolas (EE) incluye ejercicios de respiración que estimulan el nervio vago para controlar el estrés, así como técnicas de liberación emocional practicadas en el pasado por Carl Jung y Alexander Lowen. EE ayuda a aliviar el estrés, lo cual conduce a un bienestar generalizado y mejora la calidad del sueño, permitiendo una curación más rápida. Además, EE tiene una excelente aplicación en terapias psicológicas al permitir la liberación de traumas que datan de muchos años −como el abuso infantil− en un ambiente seguro y no re-traumatizante- También ayuda a aliviar el estrés post-traumático y permite mejorar el estado de ánimo, la concentración mental y la tolerancia al estrés.

La práctica del control voluntario de la respiración, que consiste en inhalar, retener el aire, y exhalar de manera consciente, junto con la meditación y la respiración diafragmática, tiene aplicaciones beneficiosas en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, enfermedades pulmonares como el asma, los desequilibrios del sistema nervioso autónomo y los trastornos psicológicos o relacionados con el estrés. También ayuda a curar enfermedades crónicas degenerativas, incluyendo las enfermedades autoinmunes, el cáncer y las enfermedades de la civilización moderna. No sólo tiene una aplicación terapéutica sino también preventiva, y sus efectos son acumulativos, aunque a menudo los resultados positivos se hacen notar desde la primera sesión.

El sistema nervioso autónomo (SNA)

La palabra autónomo proviene de la raíz auto (que significa "yo") y nomos (que significa "ley"). El SNA es la parte autónoma del sistema nervioso que trabaja sin la necesidad de acción consciente alguna de nuestra parte. Controla todas las funciones involuntarias en nuestro cuerpo, por ejemplo, las funciones de las vísceras (el músculo del corazón, el músculo liso como en el intestino y las glándulas, etc). En la mayoría de los casos, no percibimos conscientemente el funcionamiento del SNA, ya que funciona de manera involuntaria y/o refleja. Sin embargo, algunas personas pueden entrenarse para controlar algunas funciones del SNA, tales como el ritmo cardíaco o la presión arterial. Dicho es el caso, por ejemplo, de algunos yoguis.

Gracias al SNA, nuestro cuerpo responde automáticamente a los cambios en el entorno físico o emocional. Por ejemplo, cuando nuestro organismo responde de forma automática con sensaciones de escalofríos y miedo en respuesta a una película de terror, estamos bajo el control del SNA. De hecho, el sistema nervioso autónomo es un marcador de la actividad emocional, ya que las reacciones automáticas en el cuerpo (sudor, temblor, etc.) reflejan muy a menudo nuestro estado psicológico en un momento dado.

El SNA se divide en dos subsistemas: el simpático y el parasimpático.

El sistema simpático y el parasimpático se originan en el tronco o tallo cerebral y contribuyen al control o a la regulación de numerosos órganos incluyendo los ojos, las glándulas (salivales, lagrimales, sudoríparas), los vasos sanguíneos, el corazón, la laringe, la tráquea, los bronquios, los pulmones, el estómago, las glándulas suprarrenales, los riñones, el páncreas, el intestino, la vejiga y los genitales externos.

Según la teoría antigua, que se sigue citando en los libros de texto y prácticamente en todas partes, las reacciones fisiológicas específicas (incluidas las reacciones del cerebro) y desencadenadas en respuesta al estrés, se asocian a menudo con el sistema nervioso simpático y el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (Eje HHA). Pronto veremos que este no es necesariamente el caso.

Por lo general, suele asociarse el sistema simpático a un sistema de catabolismo (aumento de la producción metabólica), es decir, al gasto de energía, como en la respuesta de lucha o huida ante el peligro. Por el contrario, el sistema parasimpático es un anabolizante, conserva energía, y contribuye al crecimiento, la restauración y el descanso de los órganos vitales.

Ambos sistemas cumplen funciones antagónicas. Por ejemplo, el sistema simpático dilata las pupilas ("para que podamos ver mejor" en situaciones de urgencia), acelera el corazón, inhibe la peristalsis intestinal y contrae los esfínteres rectales y urinarios. Es decir, la estimulación del sistema simpático nos prepara para una actividad intensa en miras de protegernos y defendernos en respuesta a desafíos externos, como en el caso del estrés. Cuando aumenta el ritmo cardíaco y las arterias se contraen, aumenta la presión arterial y la sangre va del intestino a los músculos, los pulmones, el corazón y el cerebro para que podamos funcionar y correr mejor. El sistema parasimpático, por el contrario, contrae las pupilas, disminuye la frecuencia cardíaca, potencia la digestión y el movimiento peristáltico del intestino, y relaja los esfínteres urinarios y rectales. Es este sistema el que se activa mayormente cuando nos hallamos relajados y en un ambiente seguro.

Los cambios de temperatura, el ruido y el dolor se asocian con una actividad más baja del sistema parasimpático y con un aumento de la actividad simpática.

El nervio vago, un nervio craneal (el X), es el corazón del sistema parasimpático, y contribuye en gran parte a la acumulación de reservas y el fortalecimiento del cuerpo en tiempos de necesidad y ante la respuesta del estrés. La respiración tubular estimula el nervio vago.


Comentario: Para aprender a practicar la respiración tubular, invitamos a nuestros lectores a visitar esta página y a familiarizarse con la totalidad del programa Éiriú Eolas. Encontrarán una explicación detallada en la última parte del vido introductorio. ¡No se va a arrepentir!


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El nervio vago es el nervio de la calma y la relajación, es el principal nervio del sistema anti-estrés. Cuando usted realiza una respiración profunda y medita con Éiriú Eolas, el nervio vago se activa y libera acetilcolina, lo que reduce la producción de moléculas inflamatorias como las citoquinas, por lo que se reduce la inflamación.

La acetilcolina es un neurotransmisor responsable del aprendizaje y la memoria. También es calmante y relajante, y es el neurotransmisor que su nervio vago utiliza para enviar mensajes de paz y tranquilidad a todo el cuerpo. Es también un factor importante en la regulación del sistema inmunológico. La acetilcolina es un gran freno para la inflamación en el cuerpo, la cual está relacionada con todas las enfermedades conocidas hasta la fecha. Por ejemplo, la inflamación del cerebro está relacionada con cada problema de ánimo conocido, así como con problemas de comportamiento, atención y memoria, o con las enfermedades degenerativas. La relajación es anti-inflamatoria, del mismo modo que el dormir es anti-inflamatorio y regenerativo. Al estimular el nervio vago, éste envía acetilcolina a todo el cuerpo y no sólo nos relaja, sino que también contribuye a apagar el fuego de la inflamación. Así, la activación diaria del nervio vago es fundamental para mantener el cerebro y el cuerpo sanos. Al activar su nervio vago, usted puede revertir o detener todos los efectos negativos del estrés.

Una bendición de lo alto

Los receptores para la acetilcolina, también conocidos como receptores colinérgicos, se clasifican en dos categorías en función de las sustancias químicas que imitan o antagonizan la acción de la acetilcolina en sus muchos tipos de células diana. En los estudios clásicos, la nicotina, aislada del tabaco, fue uno de los productos químicos utilizados para distinguir los receptores de acetilcolina. Eso demuestra decir, que el cuerpo contiene receptores nicotínicos para la acetilcolina. Las personas que fuman pueden tener un leve deterioro de las capacidades cognitivas si dejan de fumar. Este empeoramiento se debe a que la nicotina actúa como agonista de imita alos receptores de la acetilcolina, que es importante para el aprendizaje, la memoria y las funciones cognitivas. Infusiones diarias de nicotina pueden aumentar el número de receptores de acetilcolina en un 40%.

La producción de citoquinas (moléculas inflamatorias), así como el factor de necrosis tumoral (TNF) y la interleuquina-6 (IL-6), son necesarios para protegernos contra agentes patógenos y promueve la reparación tisular, pero la liberación excesiva de citoquinas puede resultar en una inflamación sistémica, en la insuficiencia de órganos y finalmente la muerte. La regulación autónoma de la inflamación local y sistémica, es decir, el vínculo molecular entre el cerebro y el sistema inmunológico, se realiza a través de la vía colinérgica antiinflamatoria. Éste es un mecanismo conformado por el nervio vago y su neurotransmisor acetilcolina, un proceso que depende de la subunidad alfa 7 del receptor nicotínico de acetilcolina.

La acetilcolina tiene un efecto inhibitorio directo sobre la producción de citoquinas pro-inflamatorias, evitando así los efectos dañinos del exceso de producción de estas últimas. La nicotina, el prototipo agonista del receptor nicotínico de acetilcolina, atenúa la liberación de citoquinas como el TNF. La estimulación del nervio vago disminuye la inflamación sin efectos secundarios no deseados en las funciones orgánicas, como la respiratoria, la frecuencia cardíaca y la motilidad intestinal.

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La grasa de la dieta puede activar la vía anti-inflamatoria mediada por el nervio vago.
Un estudio reciente dejó demostrado que la grasa de la dieta puede activar la vía colinérgica anti-inflamatoria. Se encontró que una nutrición rica en grasas reduce los niveles circulantes de las citoquinas, TNF ( factor de necrosis tumoral) e IL-6 ( interleuquina-6) en ratas sometidas a un shock hemorrágico. La colecistoquinina (CCK), un neuropéptido liberado tras el consumo de grasas en la dieta, activa varias funciones digestivas incluyendo la estimulación de la contracción y la secreción de la vesícula biliar, el páncreas exocrino y la activación de las señales aferentes del nervio vago que inducen a la saciedad.

La activación del nervio vago aferente (que va del cuerpo al cerebro) por parte de la colecistoquinina (CCK) e inducida por una dieta alta en grasas, también reduce la permeabilidad intestinal y los niveles de citoquinas pro-inflamatorias en el suero, gracias a un mecanismo dependiente del nervio vago.

Los agonistas de la nicotina también se han utilizado para prevenir la disfunción renal, como resultado de la isquemia por reperfusión. Además, la terapia con nicotina mejora la función renal. Los receptores nicotínicos en el sistema nervioso central se asocian con la plasticidad neuronal y la supervivencia celular. La nicotina se ha utilizado para tratar la colitis ulcerosa, una enfermedad caracterizada por la inflamación del intestino grueso. La nicotina tiene también un efecto protector contra la sepsis, mejorando la supervivencia en casos de endotoxemia, causada por una infección en la sangre.

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El nervio vago no es realmente un nervio, sino una familia de vías neurales con distintas ramas. Hasta el 90% de las fibras del nervio vago envía información desde las vísceras en el abdomen al cerebro. Es decir, el nervio vago es sobre todo aferente, lo cual significa que un 90% de sus fibras envían información de nuestras vísceras (corazonadas) al tronco cerebral y al tálamo en el cerebro. A partir de ahí, estas "intuiciones" o "corazonadas" influencian todo el cerebro de manera inconsciente y esto puede influir profundamente en nuestras acciones, contribuyendo a muchos de nuestros gustos y disgustos, nuestros miedos irracionales y así sucesivamente. Si tenemos más fibras aferentes que fibras eferentes (del cerebro al cuerpo) en nuestro nervio vago, eso significa que nuestras tripas tienen mucho más que decirle al cerebro que a la inversa. Esto es parte de la razón por la que Éiriú Eolas puede ser una poderosa manera de enviar mensajes constructivos a su cerebro.

Las señales generadas en las fibras vagales tienen el potencial de afectar a todo el organismo, aportando un control homeostático. Es por eso que el nervio vago es también conocido como el gran protector errante (vago, del latín vagare), ya que desempeña un papel general de protección.

La información aferente que llega al cerebro de los órganos viscerales regula la respuesta parasimpática y tiene poco impacto en el sistema simpático. Por ejemplo, la distensión del estómago se traducirá en un aumento del tono parasimpático. La comida llega al estómago, distendiendo sus paredes, y el sistema parasimpático prepara al cuerpo para la digestión. La respiración abdominal aumenta la actividad parasimpática relajante sin estimular el tono simpático.

Ciertas vías eferentes (del cerebro al cuerpo), en el nervio vago son motoras es decir, que son somáticas (soma = cuerpo) y los músculos que el nervio vago inerva están bajo control consciente y voluntario. Esto significa que tenemos control y acceso consciente que se puede aprovechar a través del programa Éiriú Eolas. A través del control consciente de los músculos relacionados con el sistema del nervio vago, se puede afectar a partes inconscientes del sistema vagal y regular así la expresión facial y las emociones. Por ejemplo, una parte del sistema vagal llamado "sabio" proporciona las vías motoras eferentes a las cuerdas vocales con el fin de liberar emociones o comunicar lo que sentimos a los demás.

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La respiración tubular aumenta la estimulación vagal en el cerebro a través de las ramas que inervan la faringe, la glotis y los tejidos respiratorios.
La respiración tubular realza la estimulación del nervio vago al cerebro y cambia radicalmente el funcionamiento del cerebro de manera positiva. La respiración lenta, de 2 a 4 respiraciones por minuto, estimula el nervio vago. A eso se suma que la respiración tubular aumenta la estimulación vagal en el cerebro a través de las ramas que inervan la faringe, la glotis y los tejidos respiratorios. Además de eso, la maniobra que permite realizar la respiración tubular proporciona el control de la respiración necesario para prolongar la cuenta durante la inspiración y la espiración.

Además de mejorar el control del nervio vago, la respiración tubular aumenta la sensibilidad del cerebro y su nervio vago a la presión y los cambios sutiles en el nivel de oxígeno y dióxido de carbono en las arterias, mejorando la absorción de oxígeno en los tejidos.

El nervio vago está vinculado a una mejor neurogénesis, que es la creación del tejido cerebral, al aumentar la producción del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF). Este último podría describirse como un fertilizante estupendo para las células del cerebro que permite no solo la reparación del tejido cerebral, sino también la regeneración de todo el cuerpo. El BDNF desempeña un papel importante en la plasticidad neuronal y está reducida significativamente en los pacientes que sufren de depresión. Éiriú Eolas, al aumentar los niveles de BDNF, permite la neurogénesis y la neuroplasticidad, procesos esenciales para el mantenimiento de las funciones del cerebro a medida que envejecemos, así como para la recuperación tras haber sufrido un trauma, la adaptación emocional y el aprendizaje.
Las células madre también están conectadas directamente con el nervio vago. La activación del nervio vago puede estimular a las células madre para que produzcan nuevas células, así como para que reparen órganos y construyan tejidos órganos. Las células madre son las células progenitoras que tienen el potencial para formar diferentes células especializadas en el cuerpo.

Principios básicos de la teoría polivagal

El concepto 'polivagal' surgió de las investigaciones realizadas por el Dr. Stephen Porges, quien demuestra que el sistema vagal se divide en dos: el sistema vagal sabio y el sistema vagal primitivo.

Si sentimos que estamos en un ambiente seguro, actuaremos de forma amigable y relajada gracias a nuestro sistema vagal más evolucionado y sabio. Si, por el contrario, nuestros cuerpos perciben peligro en nuestro entorno, o si tenemos que lidiar con éste de manera más activa, la actividad de este sistema vagal sabio se reduce con el fin de constatar si tenemos que correr por nuestras vidas (por así decirlo), o simplemente para permitirnos estar más a la defensiva cuando es necesario. Los factores desencadenantes de las emociones negativas también dan lugar a una retirada del tono vagal sabio para promover la lucha o la huida. Por el contrario, un estado emocional placentero se traduciría en un aumento de la actividad del sistema vago sabio. Cuando corremos y defendemos nuestra vida, estamos utilizando nuestro sistema simpático de respuesta al estrés. Si el estrés es tal que no podemos escapar (o "estamos atrapados") o si estamos demasiado estresados y nuestra respuesta del sistema simpático al estrés es incapaz de cumplir eficazmente la tarea de protegernos, otro sistema entrará en funcionamiento: el sistema vagal primitivo, que hace que nos paralicemos de miedo o nos desmayemos. Es en realidad una estrategia de inmovilización. En este caso, podemos desmayarnos o sentir nauseas. El latido del corazón y la frecuencia respiratoria se ralentiza.

En otras palabras, el sistema vagal primitivo es la respuesta de último recurso a un estímulo percibido como estresante, cuando todos las respuestas autonómicas anteriores (la del sistema vagal sabio del parasimpático o la del sistema simpático) no han logrado resolver el problema.

Una respuesta exagerada del sistema vagal primitivo puede ser letal (por ejemplo, debido a la carencia de oxígeno y al bloqueo de las funciones vitales), mientras que una respuesta del sistema vagal sabio es beneficiosa.

Habíamos dicho que hasta el 90% de todas las fibras del nervio vago llevan información del intestino y las vísceras al cerebro. Las fibras nerviosas del sistema vagal primitivo que se originan en el cerebro (a nivel del tallo cerebral), se dirigen a los órganos que se hallan por debajo del diafragma (el estómago, los intestinos y el recto) en el abdomen (cavidad subdiafragmática). Por el contrario, las fibras nerviosas del sistema vagal sabio (más evolucionado) que se originan en el cerebro (a nivel del tallo cerebral) inervan los órganos situados por encima del diafragma (cavidad supradiafragmática). Éstos son los órganos relacionados con la comunicación de las emociones, el canto y la respiración tubular en la práctica de Éiriú Eolas: la laringe, la faringe, el paladar blando, el esófago, los bronquios, y el corazón.

El nervio vago que se origina en la sede del sistema vagal primitivo en el cerebro es parte de un sistema reflexivo e inconsciente relacionado con funciones vegetativas.

La respiración tubular estimula el nervio vago sabio, previniendo que el primitivo se active. De hecho, todos los órganos que se utilizan en la respiración tubular están inervados por el nervio vago sabio.

Dado que el sistema nervioso autónomo es un sistema integrado por neuronas periféricas y centrales, la medición de la actividad visceral periférica proporciona una ventana a las estructuras cerebrales que regulan la función visceral. Es precisamente por esta razón que el programa Éiriú Eolas puede influir en el cerebro a través de su acción en el nervio vago sabio periférico, equilibrando así todo nuestro sistema.

Síntesis del sistema polivagal

A medida que evolucionamos, desarrollamos circuitos capaces de satisfacer las expresiones emocionales y las necesidades que nos hacen humanos. Pero con fines de protección, las estrategias de respuesta de los circuitos autónomos están organizadas y responden a desafíos en el entorno de una manera jerárquica. Los circuitos neuronales más nuevos en la escala evolutiva inhiben circuitos neuronales más antiguos en la escala evolutiva, y cuando los circuitos más evolucionados no cumplen con la función de protegernos del estrés en el entorno, los circuitos más primitivos aumentan su actividad.

Cada una de las tres principales estrategias de comportamiento tiene un circuito distinto que afecta el sistema nervioso autónomo:

1) La inmovilización (Sistema vagal primitivo)
2) La movilización (Sistema nervioso simpático)
3) La comunicación o la interacción social (Sistema vagal sabio)

La estrategia de inmovilización equivale a la acción de fingir la muerte ("hacerse el muerto"), un mecanismo de defensa en los animales primitivos. Es el componente más primitivo y depende de la rama más antigua del nervio vago.

La movilización está relacionada con la lucha o las respuestas de huida, y depende del sistema nervioso simpático, que a su vez aumenta el metabolismo y el ritmo cardiaco.

La comunicación o la interacción social se refiere a la expresión facial realizada durante la vocalización o la escucha. Depende del vago más evolucionado que tiene una vaina de mielina (grasa) a su alrededor, es decir que es mielinizado. El nervio vago mielinizado ("sabio") promueve la calma y el bienestar mediante la inhibición de la influencia del sistema nervioso simpático en el corazón.

Piense en estas reacciones del sistema nervioso autónomo como subsistemas autonómicos que tienen un comportamiento relacionado ya sea con la comunicación social (la expresión facial, la vocalización, la escucha), la movilización (lucha o comportamientos de huida), o la inmovilización (simulación de muerte, el síncope vasovagal, y el cese de toda acción). Estos subsistemas se activan de acuerdo a cómo el estrés afecta nuestro cuerpo.

El sistema de comunicación social requiere del vago mielinizado, cuya función es promover los comportamientos relacionados con un estado de calma mediante la inhibición de las influencias simpáticas en el corazón y mediante la amortiguación del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA).

El sistema de movilización depende del sistema nervioso simpático. Activar al nervio vago mielinizado a través de la respiración tubular contrarresta una respuesta estimuladora de huida y de lucha, y puede reequilibrar su eje HHA, evitando el estrés crónico.

Eje hipotálamo-hipofisario-adrenal

El efecto del estrés asociado con el sistema nervioso simpático y el eje hipotálamo-hipofisiario-adrenal (HHA) puede tener graves consecuencias para la salud. Todo el sistema simpático contiene noradrenalina (una hormona del estrés) con la excepción de ciertas sinapsis, como la sudoración, que contienen acetilcolina.

Este sistema simpático es contrarrestado por el sistema nervioso parasimpático y su sistema vagal sabio, pero hoy en día una estimulación excesiva de la actividad del sistema nervioso simpático conduce al estrés crónico, lo cual resulta en una disfunción del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA y conlleva a un equivalente del "agotamiento", de la inmovilización.

El eje HHA está compuesto por el hipotálamo, la hipófisis (o glándula pituitaria) y las glándulas suprarrenales. Su función principal es la homeostasis, es decir, todas las funciones relacionadas con el equilibrio dentro del cuerpo. El hipotálamo regula la presión sanguínea, la digestión, los ritmos circadianos (el ciclo de sueño / vigilia), el deseo sexual, la temperatura corporal, el equilibrio y la coordinación, el ritmo cardíaco, la sudoración, las hormonas adrenales y las tiroideas y el metabolismo.

El estrés crónico que altera el eje HHA puede causar dolor crónico, así como una falta de sueño que conduce a la reducción de la producción de la hormona del crecimiento, esencial contra el envejecimiento. En presencia de niveles bajos de la hormona del crecimiento, tendremos mala memoria, fatiga, y una supresión de la función inmune. Si no se duerme bien, se llega a un agotamiento de los productos químicos necesarios para afrontar el estrés, incluyendo la serotonina. La falta de sueño y el estrés continuo conducen a la fatiga, a problemas del ánimo, al síndrome del intestino irritable (IBS), a una disminución de la DHEA (otra hormona importante para mantenerse joven y saludable), posiblemente a una disfunción de la glándula tiroides, y a una menor resistencia al estrés y a la fatiga adrenal.

Cortisol y fatiga adrenal

La fatiga adrenal es un estado de "inmovilización" o "parálisis" debido al agotamiento del sistema simpático.

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De hecho, la fatiga adrenal puede afectar a cualquier persona que sufre con frecuencia de estrés emocional, mental y/o físico persistente. La fatiga adrenal puede contribuir a problemas de salud que van desde las alergias a la obesidad, y a pesar de su prevalencia en nuestro mundo moderno, por lo general la comunidad médica la ignora o no la comprende. Más comúnmente, se asocia a la fatiga adrenal con el estrés intenso o prolongado, pero también puede surgir durante o después de infecciones agudas o crónicas, especialmente las infecciones respiratorias como la gripe, la bronquitis o la neumonía. Su síntoma primordial es una fatiga que no se reduce con el sueño. Se puede vivir y estar bien, pero existe una sensación general de malestar, cansancio o sentimientos "opacos". Las personas que sufren de fatiga adrenal a menudo tienen que consumir café, colas y otros estimulantes para ponerse en marcha en la mañana. A menudo se saltan el desayuno con el fin de aumentar artificialmente sus niveles normalmentebajos de cortisol suprarrenal, lo cual les da un impulso falso de energía. Contrariamente a esos hábitos, a fin de curar las glándulas suprarrenales es absolutamente necesario desayunar y tener una noche de sueño regenerativo. Con cada disminución de la función suprarrenal, cada órgano y sistema del cuerpo se ve afectado cada vez más. La fatiga adrenal se relaciona con el alcoholismo y las adicciones, las alergias, las enfermedades autoinmunes, el síndrome de fatiga crónica (SFC), las infecciones crónicas, los problemas dentales, los desequilibrios de azúcar en la sangre, la fibromialgia, el herpes, la depresión, el síndrome pre-menstrual (PMS) y la menopausia, y los trastornos del sueño. Cuando se padece de estrés inducido por la fatiga adrenal, hay una deficiencia en los niveles de cortisol, una hormona del estrés. El cortisol suprime la inflamación, aumenta la resistencia, aumenta la energía física y mental, y coordina la activación inmune celular. Por lo tanto, una deficiencia de cortisol nos hace mucho menos resistentes al estrés.

Aplicaciones de Éiriú Eolas

Éiriú Eolas (EE) estimula el sistema vagal sabio, promoviendo una conducta social en un ambiente seguro, disminuyendo así comportamientos estereotípicos y mejorando la comunicación vocal.

El programa EE es útil para combatir el síndrome de estrés post-traumático, mejorar la función cardíaca, estabilizar los niveles de glucosa en la sangre, restablecer el buen funcionamiento del sistema inmunológico, prevenir el cáncer, promover la memoria y el aprendizaje, y aliviar el síndrome obsesivo compulsivo, la ansiedad, los ataques de pánico y el aislamiento social.

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También se ha demostrado que disminuye los síntomas del síndrome del intestino irritable mediante la estimulación de la actividad parasimpática del tracto gastrointestinal gracias a la reducción de los efectos del estrés. El programa puede ser útil como tratamiento para la epilepsia y se ha demostrado que aumenta la plasticidad del control motor, lo que indica que podría tener aplicaciones en programas de rehabilitación física. Tiene una aplicación clínica beneficiosa en el tratamiento de trastornos psicológicos y enfermedades físicas. Éiriú Eolas es un tratamiento adyuvante eficaz de bajo riesgo y costo que mejora los síntomas asociados con enfermedades cardiovasculares y trastornos respiratorios, t autónomos y psicológicos. En personas con antecedentes de abuso, la capacidad para calmarse a través del vago sabio está limitada. Entonces, se vuelve esencial reequilibrar la regulación autónoma a través del vago para recuperarse del trauma.

Aquellas personas con una disfunción del sistema vagal sabio presentan un riesgo mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares.

El sistema vagal sabio proporciona un freno vagal en el corazón que permite disminuir inmediatamente la actividad de este último, generando un estado de tranquilidad. Al quitar el freno vagal, en vez de estimular el sistema simpático, podemos aumentar el metabolismo de inmediato pero con movilización limitada, es decir, sin activar el sistema simpático. Eso nos coloca en un estado de alerta que nos permite evaluar una situación determinada, sin el peso del estrés. Si se incrementa la duración y la intensidad de esta movilización, se activa entonces el sistema simpático. Y si el freno vagal no funciona, dependemos entonces de la estimulación del sistema nervioso simpático en el sistema cardiovascular, lo que desata problemas de salud como la presión arterial alta, o bien estados o conductas emocionales tales como el enojo, el pánico, y la agresión.

Si el sistema vagal sabio se inhibe debido a un estímulo persistente de estrés, no sólo tenemos mayor riesgo de enfermarnos del corazón, sino también de padecer enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión, porque el sistema de protección anti-stress y auto-calmante del sistema vagal sabio y sus características pro-sociales se han perdido.

La actividad coordinada del sistema de comunicación y los sistemas viscerales explica el porqué de la relación entre las experiencias sociales positivas y la salud.

Éiriú Eolas activa anti-oxidantes que neutralizan radicales libres causantes de la inflamación, un proceso que es mejor conocido como "estrés oxidativo" o "daño oxidativo". Cuando alguien padece de dicho estrés, puede observarse un aumento de los niveles de glutatión, un anti-oxidante clave y "el gran desintoxicador" para prevenir el envejecimiento, el cáncer, las enfermedades del corazón, la demencia y más. El glutatión es también necesario para el tratamiento de diversas enfermedades, desde el autismo a la enfermedad de Alzheimer. Se han publicado más de 97.000 artículos médicos acerca de este anti-oxidante. La deficiencia de glutatión se encuentra en casi todos los pacientes muy enfermos. Estoy hablando aquí de personas con síndrome de fatiga crónica, enfermedades cardíacas, cáncer, infecciones crónicas, enfermedades autoinmunes, diabetes, autismo, enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson, artritis, asma, problemas renales, enfermedad hepática y muchas otras. Nuestra capacidad para producir y mantener un alto nivel de glutatión es crucial para recuperarse de casi todas las enfermedades crónicas. El glutatión es fundamental, ya que recicla los antioxidantes y ayuda a que el sistema inmunitario realice su tarea, es decir, luche contra las infecciones y prevenga el cáncer. También es la parte más crítica e integral de nuestro sistema de desintoxicación. Con el glutatión se logra una reducción del estrés oxidativo, favoreciendo una mejoría general del estado anti-oxidante en el cuerpo, lo que explica en parte el impacto y los efectos beneficiosos de Éiriú Eolas a largo plazo.

La oxidación puede causar cambios debilitantes en el ADN y en las membranas celulares. Es la fuerza más tóxica que afecta a todas las moléculas del cuerpo; es el enemigo de la juventud, el aliado de todas las enfermedades y el mecanismo fundamental de todas las lesiones, el envejecimiento, y, finalmente, la muerte.

Esta es la razón por la cual los anti-oxidantes son tan importantes, ya que ayudan a contrarrestar o neutralizar los radicales libres antes de que estos puedan dañar nuestras células. Y cuando aumentamos nuestra capacidad antioxidante a través de EE, ayudamos a rejuvenecer nuestro cuerpo.


Comentario: Para la versión en línea del programa Éiriú Eolas en español, vea eebreathe.com.


Éiriú Eolas y la psicobiología del cerebro

Las vías aferentes (que van al cerebro) vagales regulan las estructuras cerebrales concernientes a la epilepsia, la depresión y los comportamientos auto-destructivos asociados con el autismo. También regulan el estado visceral, el ánimo, y las emociones y tienen un efecto directo en la regulación de estructuras cerebrales superiores.

Estas fibras aferentes del nervio vago acceden al cerebro por el tronco cerebral. O, más específicamente, el núcleo del tracto solitario al nivel del tronco cerebral. Seguidamente, la información del nervio vago alcanza dos secciones del cerebro. Una división superior, que a través del tálamo llega a toda la corteza cerebral, y una división inferior en el sistema límbico - el corazón del circuito emocional.

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Sistema límbico
El sistema límbico comprende una serie de regiones anatómicas y funcionales. El hipotálamo se encarga de la alimentación, la huida, la lucha y el apareamiento. La amígdala es donde se siente la alegría, el humor, la ira, etc. Aquellos con estrés post-traumático presentan una actividad muy alterada en la amígdala.

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Tálamo
Al estimular el nervio vago a través de Éiriú Eolas, afectamos en forma positiva la vía de información que va del tálamo hasta la corteza cerebral, incluyendo la corteza prefrontal, responsable del razonamiento. Cuando se afecta a la corteza de esta manera, se produce lo que se llama "ritmo sensoriomotor" (RSM). Este es un patrón de actividad en la corteza parietal que se asocia con un estado de vigilancia relajada. Las personas que presentan este patrón muestran una mejoría del sueño, la digestión, la capacidad para reflexionar y la memoria, y su cerebro es más resistente a los ataques. Además de eso, disminuye el deseo compulsivo de abusar de drogas, y se siente mayor saciedad al comer, previniendo así ansiedad y trastornos alimenticios.

La retroalimentación del nervio vago a través de su división que llega al circuito emocional (el sistema límbico), hace que se liberen hormonas anti-stress como la prolactina, la vasopresina y la oxitocina, relacionadas con los vínculos sociales. Cuando las personas están deprimidas, no liberan esas hormonas en cantidades suficientes.. La oxitocina es conocida como la "hormona de los mimos". Las personas liberan una gran cantidad de oxitocina en un contexto social. También se secreta durante el parto y la lactancia materna, así como durante la actividad sexual. Esta hormona hace que se estimule aún más el nervio vago y la actividad del sistema parasimpático que regula el eje HHA.

No es de extrañar entonces que al nervio vago se lo conozca también como "el nervio de la compasión". Además de inervar los grupos musculares de los sistemas de comunicación asociados con la vigilancia y los intercambios sociales, el nervio vago se conecta directamente con las redes cerebrales ricas en receptores de oxitocina. La oxitocina está íntimamente relacionada con la experiencia de la confianza y el amor. La estimulación del nervio vago provoca la liberación de oxitocina, enviando señales de calidez y confianza por todo el cerebro, y el cuerpo, y en última instancia, a otras personas.

A medida que evolucionamos, las mismas vías o tractos cerebrales que están involucrados en la inmovilización ("me muero de miedo") fueron cambiando para permitir la inmovilización sin miedo con el fin de favorecer los vínculos sociales. Estas vías se volvieron receptivas a la oxitocina - nuestra hormona social - permitiendo que las actividades de la inmovilización sin temor tuvieran lugar cuando percibimos que el ambiente a nuestro alrededor es seguro. Por ejemplo, en un contexto social, cuando una madre amamanta a su bebé o cuando se hace el amor. La oxitocina atenúa la tendencia a evadir a los demás y a esconderse (evasión pasiva).

La vasopresina tiene diferentes efectos dependiendo del nivel de su secreción, el sistema en el que ésta actúa, y de su interacción con otras hormonas. Por ejemplo, si no secretamos suficiente oxitocina, a nivel sistémico la vasopresina facilita una evasión basada en el miedo, característica de la respuesta de inmovilización con miedo ("me muero de miedo" o de susto). la En otros casos, a nivel cerebral va a facilitar la movilización a través de la activación del sistema simpático. Cuando se libera oxitocina o vasopresina a nivel del sistema nervioso central eso resulta en la atenuación del dolor. Bajos niveles de vasopresina, junto a una suave estimulación mecedora (como en una cuna o una hamaca) en un ambiente seguro, aumenta la secreción de la oxitocina.

El amor no correspondido o la pérdida de un ser amado puede resultar en desmayo o sentimientos viscerales asociados a nauseas, típicas del sistema vagal primitivo, por medio de la liberación de la vasopresina sistémica sin la actividad protectora de la oxitocina. Por el contrario, la inmovilización sin miedo derivada de la oxitocina permite que nos unamos a una sola persona. Es decir que, por ejemplo, promueve la monogamia a través del acto sexual. Si se activan las técnicas de movilización, es decir, si existen varias parejas o no se permanece junto al ser querido después de hacer el amor, este lazo monogámico no se establece.

La oxitocina es también un poderoso agente antiinflamatorio y promueve la reparación de tejidos.

Durante los ejercicios de respiración y meditación del programa EE, se producen varios cambios neuroquímicos. Los niveles de las hormonas anti-estrés como el ácido gamma-aminobutírico (GABA), la melatonina y la serotonina se incrementan. El GABA y la serotonina son neurotransmisores relacionados con la felicidad, la relajación, la calma y el buen humor. Las personas con ansiedad, ataques de pánico e insomnio, tienen bajos niveles de GABA. La serotonina es necesaria para un buen estado de ánimo, que reduce la ansiedad y la irritabilidad y nos ayuda a dormir. La melatonina es nuestra hormona natural del sueño. La práctica regular de Éiriú Eolas permite secretar todos estos productos neuroquímicos de una forma natural.

El programa EE también aumenta la plasticidad neuronal, lo que facilita el procesamiento de información, y por ende constituye un gran soporte en las terapias psicológicas, ya que reduce el estrés y asiste en un mejoramiento general del perfil psicológico.

Durante el programa Éiriú Eolas, se observa un ritmo electroencefalográfico (EEG) diferente con un patrón de ondas lentas theta llamado sincronización post-refuerzo (PRS). Éste se produce antes del inicio y durante ciertas etapas del sueño. Está relacionado con la saciedad y el placer. En los seres humanos, el PRS se asocia con un estado de somnolencia (cuando estamos "a punto de quedarnos dormidos"), con la aparición de imágenes y emociones que normalmente ignoramos en un estado consciente. Este estado "al borde del sueño" es terapéuticamente útil al permitir que el contenido emocional reprimido surja. Además hay una reducción de la excitabilidad del cerebro. Esto permite que volvamos a evocar recuerdos emocionales reprimidos, cogniciones o conocimientos, y recuerdos traumáticos en un ambiente seguro y de calma que reduce el riesgo de crear aún más trauma. Ese mecanismo se opone a muchas terapias en las que el paciente "se descarga" de golpe, y no es capaz de procesar tantos recuerdos que salta de repente a la superficie. Con EE, cada cual libera emociones progresivamente, sin un nuevo shock emocional. La sensación de seguridad ayuda a que el cuerpo, la mente y el corazón entiendan que revivir ciertas emociones no presenta peligro alguno, ya que es sólo un estado pasajero.

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Con Éiriú Eolas hay una mayor sincronía de la actividad eléctrica del cerebro que se asocia con una mejor integración en el funcionamiento cerebral y con una resolución de problemas.
Éiriú Eolas cambia la relación entre los hemisferios cerebrales, así como entre las regiones corticales y subcorticales del sistema nervioso central, ya que facilita el equilibrio de la actividad entre estas regiones. Se trata de una sincronización de los elementos de las fibras nerviosas del cuerpo, del tálamo, del sistema límbico y la corteza cerebral. También se da una mayor sincronía, asociada con una mejor integración en el funcionamiento del cerebro y relacionada con la resolución de problemas. No sólo se optimiza la función cerebral, sino que además este cambio tiene un efecto potencial contra el envejecimiento. Éiriú Eolas modifica la función cerebral de una manera positiva y significativa, incrementa la neuroplasticidad e incluso el volumen de tejido cerebral, y es por esto que es altamente probable que este programa sea capaz de preservar el tejido cerebral y retrasar el proceso de envejecimiento del cerebro.

Durante los ejercicios de respiración y meditación, se produce un aumento significativo en la actividad beta en la región frontal izquierda, parieto-occipital y región media del cerebro, lo que significa que uno es capaz de concentrarse mejor y de estar más consciente. La "respiración del guerrero" activa el sistema nervioso simpático, que se calma inmediatamente después, permitiendo así una liberación suave de estrés acumulado, sin generar trauma ni estrés crónico. También activa las áreas cerebrales de asociación, con una mejor sincronía de los conjuntos neuronales implicados en la integración de las percepciones que son necesarios en la integración sensorial y la función cognitiva superior. La respiración de alta frecuencia durante la respiración del guerrero activa la rama simpática del sistema nervioso autónomo lo que ayuda a preparar al cerebro para un aumento en el procesamiento rápido de información.

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Respiración en 3 etapas.
La "respiración en 3 etapas" maximiza la expansión y la consciencia de cada lóbulo de los pulmones. En la primera posición, los lóbulos inferiores de los pulmones se expanden. En la segunda posición, se observa una expansión del lóbulo medio y el pecho. En la tercera etapa, son los lóbulos superiores los que se expanden.

Esta respiración produce además un aumento de la retroalimentación vagal aferente (que va al cerebro) en el centro del tronco cerebral (a través del núcleo tractus solitarius), que envía proyecciones hasta el tálamo y el sistema límbico.

La "respiración tubular" durante la respiración en tres etapas aumenta el flujo sanguíneo cerebral, necesario para un procesamiento mental muy activo. Durante períodos de estrés, el flujo sanguíneo al aparato digestivo y a las funciones superiores de la corteza cerebral disminuye. La actividad parasimpática de relajación permite, por el contrario, un mejoramiento de la digestión y del flujo sanguíneo cerebral que nos permite pensar y funcionar mejor.

Experiencias emocionales durante la respiración circular y la meditación

La relación entre la respiración y las emociones es bidireccional. Ciertos estudios revelan que es posible ejercer control sobre las emociones y la cognición a través de la modificación de las conductas de comportamiento. Por ejemplo, Ley describe la compleja relación entre la respiración, la cognición y las emociones. El proceso también puede funcionar a la inversa: los patrones de respiración específicos tales como los ciclos rítmicos únicos de Beatha pueden inducir ciertos pensamientos y emociones.

La respiración y las emociones son recíprocas. Los estados emocionales pueden afectar la frecuencia respiratoria, su profundidad y su patrón. En el sentido contrario, cambios voluntarios en el patrón de la respiración pueden provocar al menos un 40% de variabilidad en los sentimientos de ira, miedo, alegría y tristeza. La respiración es controlada por mecanismos tanto voluntarios como involuntarios de información compleja en las redes autónomas, los núcleos del tallo cerebral, sistema límbico, la corteza cerebral y el sistema neuroendocrino. El control voluntario de la respiración puede modular las funciones del sistema nervioso autónomo, incluyendo el tono del sistema vagal sabio (que puede ser medido por la variabilidad del ritmo cardíaco), la vigilancia y la atención, los quimiorreceptores y la sensibilidad barorrefleja, así como el nivel de excitación del sistema nervioso central. El sistema vagal sabio ha sido asociado con la regulación emocional y la respuesta empática.

Éiriú Eolas evoca una mayor perspectiva y apertura de espíritu, la resolución de conflictos emocionales y la impresión de tener una mejor claridad mental. También tiene un fuerte impacto en la reducción del estrés en condiciones clínicas tales como trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y la depresión.

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La parte Beatha del programa y su respiración cíclica puede modificar los patrones rígidos de la comunicación y la función dentro de las redes neuronales, el legado de la tensión acumulada, como por ejemplo conflictos emocionales no resueltos relacionados con algún trauma o esquemas emocionales. Aunque algunas personas tienen experiencias físicas o emocionales intensas asociadas con la liberación de la tensión durante Beatha, por lo general se obtiene una relajación profunda, una sensación de paz y alegría, y otras experiencias "espirituales". La respiración en 3 etapas que precede a la parte Beatha del programa prepara a la mente para tolerar y beneficiarse de dichas experiencias, por lo que nunca se debe saltar ese ejercicio de respiración.

La coordinación de la garganta, los músculos faciales y las cuerdas vocales durante la respiración tubular es muy importante, porque el control nervioso de estas estructuras promueve la relajación. La inhalación y la exhalación lentas expresan y ayudan a obtener mayor tranquilidad.

El tono de voz del instructor en las clases de Éiriú Eolas o en el audio, y la música que lo acompaña, también son de importancia porque la voz humana y la música melódica se hallan en el rango de frecuencias captadas por los músculos del oído medio en el ser humano, y calman el estado funcional y fisiológico al aumentar la actividad vagal sabia en el corazón (el freno vagal), lo que también promueve comportamientos sociales espontáneos.

En lo que concierne a nuestra evolución, el desarrollo de los músculos de la cara y la cabeza necesarios para escuchar y vocalizar fue paralelo al desarrollo del sistema vagal sabio. Su convergencia en nuestra evolución permitió una función integral en la sociabilidad, facilitando el comportamiento humano emocional. Ahora tenemos una habilidad de calmarnos a través del sistema vagal sabio, y también podemos explorar y defendernos al quitar el freno vagal sabio para facilitar la movilización. Un aumento del control nervioso de la laringe y la faringe nos permite vocalizar nuestras emociones.

Solo los mamíferos tienen un diafragma que permite coordinar las vocalizaciones (cuerdas vocales) con el esfuerzo respiratorio. Lo que es más, una exhalación lenta, el proceso respiratorio asociado con la expresión vocal social, aumenta el impacto del sistema vagal sabio en el corazón, promoviendo estados de tranquilidad. Es por esto que la cuenta de la exhalación es más larga y a través de la boca, lo que a su vez permite estimular el sistema vagal sabio al utilizar los músculos de la cara y la garganta durante la respiración tubular.

Es decir, los músculos de la cara y la cabeza cumplen una función importante en la atención auditiva a través de la modulación de los músculos del oído medio, y en la producción de música al cantar o al tocar un instrumento de viento (modulación de los músculos de la cara y la boca), o a través de ejercicios de respiración. Esto resulta en inhalaciones cortas y exhalaciones largas, lo que permite influenciar el vago sabio también. Cuando inhalamos, la influencia del vago sabio se atenúa y la frecuencia cardiaca aumenta. Cuando exhalamos, sucede lo contrario (la influencia del vago sabio se acentúa y la frecuencia cardiaca disminuye). Este simple cambio mecánico en la respiración aumenta el impacto de la tranquilidad y los beneficios que el vago sabio le aporta a nuestra salud. Por eso mismo la exhalación es más larga durante la respiración en 3 etapas, ya que ayuda a hacernos más sociables, amigables, y a relacionarnos mejor con los demás a través del vago sabio.

El vago sabio tiene que ver con los estados de bienestar y tranquilidad que promueven la salud, el crecimiento, la recuperación y la amistad.
Beatha permite crear un estado fisiológico y afectivo que ayuda a transformar el miedo y los sentimientos de desamparo o impotencia, en sentimientos de poder y fuerza por medio del acceso a ciertas reacciones instintivas, o a través de la toma de consciencia de ciertas sensaciones corporales.

La liberación emocional "contenida o controlada" puede suceder a través de temblores u otras reacciones físicas espontáneas (como el cambio de temperatura - uno siente mucho frío o calor) o emocionales (sensaciones, imágenes, pensamientos asociados que surgen con ciertas sensaciones físicas). Uno puede liberar emociones sin sentirse abrumado, mientras se permanece consciente (utilizando la corteza pre-frontal) de las sensaciones corporales en un ambiente seguro que ayuda a restablecer el equilibrio del sistema nervioso. Estas descargas de energía emocional que llevamos bloqueadas después de un evento traumatizante que nos llevó a un estado de "me muero de miedo", tienen que ser liberadas a través de un proceso estimulante como la respiración circular, pero a la vez, es imprescindible que eso suceda en un ambiente seguro con la activación de ciertas partes de nuestro cerebro a través del sistema vagal sabio.

La respiración cíclica le permite a nuestro cuerpo salir del estado de inmovilización con miedo a un estado de movilización que vuelve posible procesar las heridas del trauma en forma segura.

Cuando estamos a la defensiva, las partes frontales de la consciencia del cerebro se acallan. Y entonces perdemos la capacidad de tomar distancia y observar nuestras emociones y sensaciones. Por ende, nos convertimos en esas emociones y sensaciones. En un estado semejante, el enojo puede ser abrumador, causando pánico, miedo, y parálisis.

Es sólo cuando se alcanza un equilibrio justo entre las partes más primitivas y las más evolucionadas del cerebro, que se puede dar una resolución al trauma y a las emociones difíciles, al integrarlas y transformarlas. Un tratamiento eficaz consiste en ayudar a la persona a observarse a sí misma con su corteza pre-frontal, mientras siente simultáneamente emociones generadas por el sistema límbico, el hipotálamo y el tallo cerebral. Esto nos ayuda a dar sentido de nuestras reacciones primitivas de defensa con miedo, al hacerlas conscientes en un ambiente seguro. Este proceso equivale a aportar luz a la oscuridad, y es el camino hacia un equilibrio entre el cuerpo, las emociones y la mente.

Restablecer el equilibrio y ritmo entre instinto y razonamiento también desempeña un papel central en la curación de los síntomas asociados a la división entre el cuerpo y la mente.

La integración entre el cerebro y el cuerpo, entre el hemisferio derecho y el izquierdo, entre las partes del cerebro más primitivas y las más evolucionadas (entre regiones corticales y subcorticales) promueve la plenitud y nos hace más humanos. Es así que logramos tener acceso a e integrar reacciones críticas de supervivencia en un ambiente seguro y un estado cerebral no abrumador, con la ayuda dela corteza pre-frontal. Cuando entramos en un estado de inmovilización seguro, de paz, la inmovilización se percibe como algo interesante o hasta placentero.

La respiración circular aumenta el funcionamiento del sistema vagal sabio y sincroniza las diferentes áreas del cerebro, facilitando una comunicación más eficaz entre ellas.

Las áreas del cerebro cuya función consiste en procesar las experiencias emocionales son las estructuras cerebrales más profundas como el hipotálamo, el sistema límbico, y la corteza cerebral donde se produce el procesamiento de orden superior de las emociones, especialmente en la corteza pre-frontal.

El programa Éiriú Eolas incrementa la conectividad y/o el intercambio de información entre los dos hemisferios del cerebro y entre las regiones corticales y subcorticales, lo que significa que se obtiene una mayor coherencia e integración de los procesos cerebrales.
El hemisferio derecho está implicado en la expresión e interpretación de las emociones y en la regulación de la atención. Según algunos científicos, provee también el control primario de la emoción. Además, éste hemisferio cerebral controla el nervio vago sabio derecho que se relaciona con el freno vagal sobre el marcapasos del corazón, permitiendo la regulación contra el estrés, gracias a que facilita sentimientos de calma y de relajación.

Al enfatizar la retroalimentación aferente (que va al cerebro) y la comunicación entre los distintos niveles y regiones del sistema nervioso, el circuito vagal provee una explicación del porqué este programa es tan eficaz en la regulación de las emociones.

Los diferentes ritmos cíclicos del Beatha permiten una variedad de efectos vagales, talámicos, y corticales.

Las actividades sociales y el ambiente seguro que provee Éiriú Eolas, activan partes en el cerebro que controlan e inhiben estrategias de defensa que son dependientes de áreas subcorticales como la amígdala o el hipotálamo.

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Éiriú Eolas puede evocar sensaciones relacionadas con el trauma y emociones asociadas con éste, en un entorno seguro y de apoyo. Los pacientes con trastorno de estrés postraumático tienen una experiencia menos estresante si se les habla de antemano acerca de la posibilidad de reacciones físicas o emocionales durante los cursos de Éiriú Eolas. Por lo general, estas experiencias de liberación de emociones dolorosas se dan sin que se reviva conscientemente el trauma. Para mayor comodidad y bienestar, se recomienda la presencia de un terapeuta o instructor Éiriú Eolas durante la práctica, capacitados para observar los cambios y proporcionar un seguimiento a la persona durante y después del curso a fin de ayudar con el procesamiento de las emociones intensas que puedan haber salido a la superficie. En ausencia de un terapeuta o instructor, lo más recomendable es ir despacio, a un ritmo propio, sin forzar una liberación emocional, abriendo los ojos o respirando normalmente si uno no se siente capaz de afrontar ciertas emociones, y sobre todo ser paciente con uno mismo. El objetivo es dejar que el cuerpo y la mente nos indiquen cuándo están listos para sanar, haciéndolo en un ambiente seguro y sin miedo.

Éiriú Eolas mejora la plasticidad de los conjuntos neuronales, donde se almacenan los recuerdos traumáticos, las impresiones, y las asociaciones de los mismos. El aumento de la plasticidad permite cambios mutativos en la configuración de las conexiones neuronales y los síntomas relacionados con el trauma.

Por consiguiente, podemos decir que la respiración como herramienta terapéutica es un medio de regulación de los estados mentales y emocionales, que abarcan una amplia zona desde la psicología hasta la fisiología, pasando por la espiritualidad y la biomecánica.

Respiración ineficaz

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Respiración abdominal (estable) Vs torácica (inestable)
Ciertos malestares y dolores típicos, sobre todo alrededor de la cabeza, el cuello y los hombros, pueden ser provocados en parte por una respiración ineficaz. Esto puede dar lugar a la formación de nudos duros en músculos cansados, lo que se llama "puntos gatillo miofasciales", e irradiar dolor en un patrón característico. Toda estructura o función que se interpone en el camino del dolor irradiado corre el riesgo de ser afectada, lo que lleva entonces a una combinación de rigidez muscular, mala mecánica funcional y problemas de postura. Esto puede manifestarse de diversas formas, por ejemplo, en problemas de cuello, tendinitis en el hombro, hombros "congelados", zumbido en los oídos y otros problemas de audición y de equilibrio, etc. Esto último se puede dar ya sea directa o indirectamente debido a los efectos generados sobre los músculos de la mandíbula.

Varios desequilibrios de tensión muscular y postural están relacionados con síntomas tanto emocionales como físicos, y al liberar estas tensiones éstos se normalizan.

Somos una sociedad de respiradores superficiales con miedo de sacar la panza, de expresarnos; con una vida y una mente muy ocupadas. En lugar de respirar con el diafragma, la gente tiende a respirar con la parte superior del pecho, volviéndose sensible y vulnerable a consecuencias musculo-esqueléticas. Sin embargo, la respiración puede ser una potente herramienta para superar limitaciones, malos hábitos personales y la resistencia a experimentar la vida plenamente. Este programa proporciona una solución para acabar con la rigidez emocional que hace que sea tan difícil respirar diafragmática y libremente.

Resolución de problemas

Las técnicas de este programa deberán ser modificadas en casos de embarazo o para individuos que sufran condiciones médicas que no estén bien controladas, tales como una presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares, trastornos convulsivos, una disminución de la capacidad pulmonar, depresión grave, trastorno de pánico y el trastorno bipolar. Por encima de todo, un practicante de Éiriú Eolas debe sentirse cómodo con el programa y es recomendable acortar la cuenta (normalmente 6 al inspirar, 3 al retener el aliento y 9 al espirar) si se presenta alguna incomodidad.

Para la parte Beatha del programa, es importante aumentar la ingesta de agua a fin de evitar el mareo, y no se debe exhalar con demasiada fuerza, ya que, de lo contrario, se puede exhalar demasiado CO2 muy rápidamente y esto provoca una sensación de hormigueo o calambres en las extremidades.

En casos de personas en que el estrés dispara la ansiedad, con pocos minutos de respiración tubular a menudo permite recobrar un sentido de control sobre una situación dada. Beatha puede ser útil en el tratamiento de las fobias, pero la mejoría puede no ser notable sino hasta 6-12 meses después del inicio de la práctica. Los pacientes que tienden a hiperventilarse o a sufrir ataques de pánico, pueden tener miedo de practicar el ciclo más veloz de la parte Beatha del programa, ya que les recuerda la hiperventilación. Este miedo puede desencadenar un ataque de pánico. En ese caso, se instruye a los practicantes a que respiren más, saltando los ciclos veloces del programa si es necesario.

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La respiración del guerrero y la respiración circular rápida pueden inducir manía en pacientes con trastorno bipolar I. Además, los pacientes con trastorno bipolar pueden abusar de las prácticas de auto-estimulación (Beatha) y sin darse cuenta, disparar una psicosis. Pacientes con trastornos bipolares II, cuya hipomanía está bien controlada con medicamentos anti-psicóticos y otros estabilizadores del humor, pueden practicar el programa bajo supervisión. Aquellos bajo tratamiento a base de litio deben tener en cuenta que la respiración puede disminuir los niveles de litio, visto que se da un aumento en su excreción. En ese caso, el instructor a cargo instruirá al practicante a que eviten respirar el ciclo rápido o hacerlo con mucho cuidado y sólo por breves períodos de tiempo. Si no los estimula en exceso, se puede aumentar gradualmente la duración de la práctica bajo supervisión. Los practicantes que toman litio por alguna enfermedad pueden ser autorizados a practicar el programa si sus niveles séricos de litio se supervisan y se ajustan las dosis. Los pacientes bipolares con síntomas predominantemente depresivos suelen responder bien a la respiración en 3 etapas y a la parte de la meditación, ya que estos ejercicios calman el sistema, en lugar de estimularlo.. También puede disminuir la irritabilidad, la hiperactividad, el insomnio y la ira.

Practicantes con trastornos psicóticos, patología bipolar severa, o dificultad para mantener un sentido de la realidad, no deben efectuar el Beatha. Sin embargo, la respiración en 3 etapas y la meditación con la Oración del Alma son seguras y pueden ser útiles incluso en pacientes psicóticos.

Las mujeres embarazadas, sobre todo aquéllas que se hallan en el tercer trimestre, no deben participar en los ejercicios de retención de la respiración, tensión, o respiración del guerrero. Algunos practicantes con presión arterial alta mal controlada, o con una enfermedad vascular cerebral (ictus) o migraña pueden no tolerar el hecho de contener la respiración o de realizar la respiración del guerrero. Un instructor Éiriú Eolas puede ayudar a modificar la respiración en 3 etapas para reducir el riesgo de convulsiones en pacientes con epilepsia y para prevenir la retención de CO2 en pacientes sintomáticos (enfermedad pulmonar obstructiva crónica - EPOC). Las personas con historial médico de convulsiones no deben de practicar el Beatha. Los pacientes con problemas respiratorios deben practicar las técnicas más suavemente para reducir la irritación de las vías respiratorias. A fin de evitar lesiones, los ejercicios de estiramiento deben ser adaptados de acuerdo con la condición física de cada persona.

El programa está adaptado para que todos puedan practicarlo, pero en algunos casos particulares de practicantes con condiciones o necesidades especiales, la clave es evitar sentirse incómodo.

Una técnica incorrecta o el uso excesivo de la respiración Beatha más allá de los límites de frecuencia sugeridos (un máximo de dos veces por semana en la mayoría de los casos), puede causar mareos, irritabilidad, aturdimiento, estados de euforia, o psicosis en personas vulnerables, en particular aquellos con trastorno bipolar, trastornos disociativos o enfermedades del espectro esquizofrénico. A aquellos con problemas psicológicos, se les recomienda una dieta de desintoxicación para facilitar la liberación emocional sin correr riesgo alguno.

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