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Rusia baja el perfil de su presencia en la zona: Nadie le cree; defiende intereses. Y está muy bien.

Rusia enviará a Siria el próximo año una flotilla de buques militares que estará encabezada por el portaaviones "Almirante Kuznetsov", informó hoy el diario "Izvestia".

"La travesía de los buques rusos hasta (la base naval rusa de) Tartus no debe interpretarse como una especie de reacción ante lo que está ocurriendo en Siria", señaló al diario un portavoz de la Armada rusa.

La Armada rusa tenía previsto desde el pasado año enviar a la zona al "Almirante Kuznetsov" acompañado por el destructor "Almirante Chabanenko" y la fragata "Ladny".

"Esta escala está preparada desde 2010, cuando allí (en Siria) no tenían lugar los actuales sucesos, y no hay motivos para cancelarla o aplazarla", añadió la fuente.

Por su parte, el almirante Víctor Krávchenko, antiguo jefe del Estado Mayor de la Armada Rusa, opina que la presencia de buques rusos en las costas sirias conminará a Occidente a adoptar decisiones que pongan en peligro la estabilidad de la región.

"La presencia de cualquier fuerza militar, además de la OTAN, es muy útil para la región, ya que impedirá el estallido de un conflicto militar", dijo.

Rusia se opone a la injerencia externa y al uso de la fuerza contra Siria, como ocurrió en Libia, y ha adelantado que rechazará cualquier propuesta de resolución que incluya sanciones contra el gobierno de Bachar el Asad.

En el Mediterráneo los buques rusos se encontrarán con la VI Flota estadounidense, que incluye el novísimo portaaviones atómico "George Bush".

"Por supuesto, las fuerzas de los buques rusos no se pueden comparar con las capacidades militares de la VI Flota de EEUU en el Mediterráneo", dijo Krávchenko.

El puerto sirio de Tartus, que acogió una base soviética en tiempos de la Guerra Fría, es actualmente un centro de mantenimiento y abastecimiento para la Flota rusa del mar Negro.

Actualmente, la base alberga a unos 600 militares y técnicos del Ministerio de Defensa ruso y está siendo rehabilitada para que cruceros y portaaviones rusos puedan atracar en su seno.

El "Almirante Kuznetsov", que partirá en diciembre hacia el Mediterráneo y porta ocho cazas Su-33 y doce misiles de crucero Granit, no puede acceder a Tartus, donde sí atracarán la fragata y el destructor que le acompañan.

Según los analistas, Rusia perdió miles de millones de dólares en contratos militares debido a la guerra en Libia y no quiere que le pase lo mismo con Siria, uno de sus principales aliados y clientes de la industria armamentista rusa en el mundo árabe.