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Bogotá, la capital colombiana, así como otras importantes ciudades, están en alerta roja a causa del fuerte invierno que las azota, mientras que el estatal Instituto de Hidrología y Meteorología (Ideam) reveló que por lo menos el 60 por ciento del país afronta una ola de aguaceros que han causado cuantiosos daños y elevado a 108 el número de muertos.

Las zonas más afectadas por las lluvias son Bogotá, los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Atlántico, Bolívar, Valle, Caldas, y Nariño.

El recrudecimiento de las lluvias, según la Policía, ha incrementado los accidentes de tránsito en las vías, mientras en las carreteras han ocurrido numerosos volcamientos tanto de vehículos particulares como de transporte público.

En total ha habido 181 deslizamientos desde septiembre, según César Ureña, director del Socorro Nacional de la cruz Roja, quien explicó que "las montañas están saturadas" de agua a causa de la lluvia que sigue incesante.

Los barrios deprimidos del sur de Bogotá, como Meissen, Las Colinas, Tunjuelito, Usme, Diana Turbay y otros han sufrido derrumbamientos de viviendas y destrucción de las vías.

La capital, aislada

El desbordamiento del río Bogotá, afluente que atraviesa a la ciudad por el occidente, ha anegado amplias zonas de pastos y cultivos en las cercanías de los municipios de Cajicá y Chía y en este último el caudal ha subido en las últimas horas unos 80 centímetros poniendo en riesgo unas 2.500 viviendas.

La carretera entre los municipios de Suba y Cota, a unos 20 kilómetros al norte de Bogotá, se ha convertido en un río, a tal punto que la Policía ha ordenado restringir el tráfico vehicular, causando el aislamiento de por lo menos unas 2.000 familias de trabajadores agrícolas.

Transporte paralizado

El principal problema que afecta a las carreteras de Colombia es el cierre del paso de vehículos por el sitio de La Línea, el punto más alto del país a unos 3.400 metros sobre el nivel del mar, entre los municipios de Cajamarca (departamento del Tolima) y Calarcá (población cafetera del Quindío).

Por esta vía, Bogotá se abastece de alimentos, en especial agrícolas, provenientes del departamento del Valle del Cauca con capital Cali. También ingresa la mayor cantidad de carga de importación que llega al puerto de Buenaventura, en el océano Pacífico.

El derrumbamiento de una parte de la carretera el domingo pasado en el sitio conocido como Los Chorros arrastró un bus con pasajeros que, milagrosamente, en su mayoría resultaron ilesos, aunque varios recibieron algunos golpes.

El percance ocasionó que el paso fuera cerrado mientras a lado y lado quedaron represados unos 7.200 camiones y vehículos de pasajeros.

Alto riesgo

El ministro de Transporte, Germán Cardona, visitó ayer la zona del percance y para evaluar la situación con las autoridades de regionales y de carreteras.

Se ha recomendado a los transportistas utilizar vías alternas para unir al sur con el centro del país por la ciudad de Manizales, un sector de alto riesgo por la presencia de derrumbes de tierra en el sector del páramo de Letras.

Los camioneros han revelado que unos 3.000 de ellos están muy afectados con carga que transportan desde el puerto de Buenaventura y dijeron que por Manizales, se aumenta en un día el recorrido y en casi dos millones de pesos (1.000 dólares) los costos por gasolina, comida, y otros gastos.

Graves inundaciones

Mientras tanto, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, se mostró convencido de que el problema en La Línea no producirá desabastecimiento de alimentos en el centro del país y en especial en Bogotá.

El gobernador del departamento de Cundinamarca, Andrés González, dijo a La Hora que esta región del país fue declarada en alerta máxima (roja) por los altos niveles que registra el río Bogotá desde el pasado fin de semana.

"Los municipios de Ubaté, Fúquene, Lenguazaque, Guachetá, Guasca y Susa padecen inundaciones que desde el viernes dejan 260 personas damnificadas, 80 hectáreas inundadas, 52 viviendas averiadas y tres vías afectadas", dijo González.

Miles de familias de diversos sectores en todo el país están en riesgo por un posible deslizamiento como consecuencia de las lluvias.

29 carreteras cerradas

Un total de 29 carreteras colombianas, 10 nacionales y 19 secundarias, registran un cierre total por los daños derivados de las intensas lluvias que afectan al país desde el pasado 1 de septiembre, informó la Policía de Tránsito y Transporte.

Los derrumbes, caídas de la banca, destrucción de puentes e inundaciones han causado la mayoría de los cierres, y además hay 301 pasos afectados y de tráfico restringido.

Tragedia total

Desde el primero de septiembre hasta ayer, los efectos de la temporada de precipitaciones en el país dejan 103 personas fallecidas y 344.889 afectadas, que corresponden a 72.072 familias.

Asimismo la segunda temporada de lluvias del año deja 10 desaparecidos, 94 heridos, 59.902 casas dañadas y 486 destruidas en 369 municipios de 27 de los 32 departamentos del país.

20 millones de dólares dispuso el Gobierno para contrarrestar los daños en la infraestructura vial.

25 millones serán para ayuda humanitaria a los cientos de damnificados.