Victima del Sindrome Post-Gardasil. La historia como la relata su madre, Elysabeth Gagnon. Luego de una intensa investigación y discusiones, a mi hija y yo habíamos logrado firmar el formulario requerido para rechazar la vacuna Gardasil que se administra actualmente en Quebec. A fin de asegurarme de que no habría problemas, llamé al colegio durante la mañana en la cual se inocularía a las niñas con la primera dosis de Gardasil, y me dirigí a la enfermera escolar para informarle que mi hija no iba a recibir esta vacuna. La enfermera aseguró que no habría ningún problema.

El 28 de septiembre de 2011, mi hija presentó la documentación firmada renunciando legalmente a recibir la vacuna contra el VPH, e informó a la enfermera de la escuela que no iba a recibir la vacuna contra el VPH. Sin embargo la enfermera estuvo 15 minutos intentando convencerla para que tome la vacuna, "informando" a Camille acerca de los presuntos beneficios del fármaco.

Después de la discusión, Camille reiteró su decisión de rechazar la inyección de Gardasil. La enfermera le entregó documentos de "información adicional" y le dijo a Camille que, si cambiaba de opinión, siempre podría informarle a la otra enfermera.

En mi opinión, la forma en que trataron a Camille fue un flagrante abuso de poder y una violación a mi confianza por parte de las autoridades de salud escolar.

Sin mi consentimiento, ni conocimiento, Camille recibió su primera inyección de Gardasil a las 3:45 pm de ese día.

A las 4:00 pm mientras viajaba en autobús de regreso a casa, ya tenía un dolor de estómago y dolor de cabeza. Decidió relajarse y descansar el resto del viaje, que duraba 45 minutos. Camille perdió el conocimiento. Los estudiantes se dieron cuenta y trataron de despertarla, pero cuando lo hicieron Camille actuó confundida. Se informó al conductor del autobús que de inmediato detuvo el vehículo y llamó a una ambulancia.

Fue ingresada en el Hospital de St-jerónimos apenas 2 horas después de su primera inyección contra el VPH. Sin embargo, Camille no tenía ningún recuerdo de cómo llegó al hospital ni de haberse despertado en la ambulancia. El personal del hospital se apresuró a decir que no había relación entre su estado de salud y la vacuna. Se recomendó consultar a un alergista.

Los días siguientes trajeron fiebre, erupciones cutáneas, desmayos, fatiga, debilidad, dolores de cabeza, dolores de estómago y más consultas al medico. Actualmente Camille está siendo tratado por una infección urinaria, abscesos en la boca e infección oral.

¿Y dicen que no hay una conexión entre estos síntomas y la vacuna contra el VPH?

Yo presenté una queja formal a la Orden de Enfermeras de Québec. Las adolescentes deben ser informadas y advertidas sobre los efectos secundarios - No es ético dejarlas en la oscuridad.

Hoy, casi dos meses después de la primera inyección de Gardasil, mi hija todavía tiene dolores de cabeza que no desaparecen. Día tras día tiene que lidiar con el sufrimiento. No tiene apetito y ha perdido peso. Esta chica, que visitó al oftalmólogo todos los años desde que tenía dos años y exhibía una visión perfecta, hoy tiene que usar anteojos a causa de un deterioro en su visión.

Durante 11 años su visión fue perfecta, ya no ¿Y me dicen que no hay relación con la "vacuna contra el VPH"?

El médico de la Agencia Canadiense de Salud nos dijo que no había relación entre estos nuevos síntomas y Gardasil (laboratorios Merck). Además, dijo que Camille estaba enferma y mintió diciendo que tenía todos estos síntomas antes de la vacunación. ¿Cómo puede hacer eso?

Lo juro por Dios, la salud de mi hija estaba en perfectas condiciones antes de recibir esta vacuna.

Fin del relato de la madre de Camille, Elysabeth Gagnon.

Como es posible observar, tenemos conspiración por parte del Estado, los colegios, los hospitales y los médicos para ocultar los terribles efectos secundarios de la vacuna contra el VPH. Debemos estar atentos en Argentina porque pasará lo mismo en Argentina ahora que la Presidente Cristina Fernandez ha incorporado de manera obligatoria este peligroso medicamento con ADN Modificado que destruye el sistema inmunológico y las células del cerebro.

Muchas chicas murieron por inyectarse este veneno disfrazado de medicamento y con una gran campaña de marketing, amparada en funcionarios corruptos, ya sea la vacuna Gardasil o la Cervarix.

¿Cuantos daños más serán necesarios para que detengan el genocidio?