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El consumo de bebidas ricas en fructuosa, como los refrescos edulcorados y el zumo de naranja, está asociado con un mayor riesgo de gota entre las mujeres, aunque su contribución al riesgo de gota en la población es modesto dada la baja tasa de incidencia entre las mujeres, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston en Estados Unidos. Los resultados del estudio se publican en la edición digital de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) y que se ha dado a conocer en la reunión científica anual del Colegio Americano de Reumatología.

Los autores explican que la gota es una artritis inflamatoria común y muy dolorosa y que las bebidas ricas en fructuosa como los refrescos edulcorados y el zumo de naranja aumentan los niveles de ácido úrico en suero y por ello el riesgo de gota aunque los datos sobre esta relación son limitados.

Los científicos, dirigidos por Hyon K. Choi, analizaron datos procedentes del Estudio de Salud de Enfermeras, una investigación que se extendió en Estados Unidos entre 1984 y 2006. Los investigadores examinaron datos de 78.906 mujeres sin antecedentes de gota al inicio del estudio y que proporcionaron información sobre su consumo de bebidas y fructuosa a través de cuestionarios de frecuencia alimentaria validados.

Durante 22 años de seguimiento los investigadores documentaron 778 casos recién diagnosticados de gota, según los criterios del Colegio Americano de Reumatología. Descubrieron que el aumento del consumo de sodas azucaradas se asociaba con un aumento del riesgo de gota. En comparación con el consumo de menos de una ración por mes, las mujeres que consumían una ración al día tenían un 74 por ciento más de riesgo de gota; y aquellas que tomaban más de dos bebidas al día tenían 2,4 veces más riesgo. Las bebidas dietéticas no se asociaban con el riesgo de gota.

El consumo de zumo de naranja se asoció también con el riesgo de gota. En comparación con las mujeres que consumían menos de un vaso de zumo al día, aquellas que tomaban uno al día tenían un 41 por ciento más de riesgo de gota y el riesgo era 2,4 veces mayor cuando tomaban dos o más zumos de naranja diarios. Además, en comparación con las mujeres que no tomaban fructuosa, las que tomaban las mayores cantidades tenían un 62 por ciento más de riesgo de gota.

Los autores indican que aunque los riesgos relativos de gota asociados con las bebidas ricas en fructuosa entre las mujeres eran sustanciales, las diferencias en el riesgo absoluto correspondiente eran modestas dada la baja incidencia de la tasa de gota entre las mujeres.

Los investigadores añaden que sus descubrimientos tienen implicaciones prácticas para la prevención de la gota en las mujeres y que los médicos deberían conocer el potencial efecto de estas bebidas sobre el riesgo de gota.