Por cada soldado de USa que ha muerto en los conflictos de Irak y Afganistán, 25 de sus compañeros se suicidan al volver a casa. Las terribles estadísticas reflejan una situación de la guerra tremenda: jóvenes de entre 17 y 24 años no toleran el trauma vivido e el campo de batalla y deciden quitarse la vida masivamente. Ya son 65 mil los veteranos suicidas.© Desconocido
En una de las estadísticas más escalofriantes de la realidad militar estadounidense, hace unos días se dio a conocer que desde que las guerras en Afganistán e Irak comenzaron, poco después de los ataques contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, más de 65,000 veteranos de las fuerzas armadas de dicha nación han muerto por mano propia, es decir, han cometido suicidio. Para ponerla en perspectiva, esta cifra equivale a decir que
por cada soldado caído en el campo de batalla en dichos combates, 25 veteranos se han suicidado, 1 cada 80 minutos, más o menos 6,500 por año.
Este lamentable fenómeno, reconocido por el Departamento de la Defensa de USA, podría ser consecuencia del estrés post-traumático que muchos de los soldados desarrollan luego de su estancia en los países mencionados, producto a su vez de algún tipo de lesión cerebral sufrida durante su servicio.
Estimaciones recientes afirman que ser veterano de guerra duplica en promedio el riesgo de suicidio, pero
entre hombres jóvenes con un rango de edad que va de los 17 a los 24 años, lo cuadruplica. Además de otros problemas de salud como el abuso de drogas, alteraciones en los patrones de sueño y en el comportamiento que afectan notablemente su vida personal y social.
Hasta el momento este asunto no ha merecido la atención que merece entre las instituciones que deberían hacerse responsables, a excepción de medidas superficiales como la apertura de una línea telefónica de atención inmediata dedicada especialmente a brindar orientación y apoyo a posibles suicidas (una "suicide hotline").
El asunto, por supuesto, nos invita a reflexionar un poco sobre las historias personales, esos pequeños dramas, de una institución (el ejército estadounidense) cuyo papel en efecto ha sido más que polémico. Si bien es innegable el dolor y el sufrimiento causado por algunos de estos soldados en territorio iraquí o afgano, igualmente es digno de compasión el que sufren las familias de estos suicidas y acaso también estos mismos, que vieron en la muerte inmediata, inaplazable, la única solución a sus conflictos.
Salida australiana La primer ministro de Australia,
Julia Gillard, anunciará este martes que
el país comenzará a sacar sus tropas de Afganistán este mismo año y completará la retirada hacia mediados de 2013, un año antes de lo previsto, según informa el diario
Sydney Morning Herald.
Al parecer, Gillard pretende llevar su calendario de retirada a la conferencia sobre Afganistán que se celebrará en los márgenes de la Cumbre de la OTAN que acogerá la ciudad estadounidense de Chicago entre el 20 y el 21 de mayo.
"Ahora confío en que Chicago reconocerá mediados de 2013 como un hito en la estrategia internacional (...), un punto crucial en el que las fuerzas serán capaces de pasar a un papel de apoyo en todo Afganistán", reza el discurso que prevé pronunciar la 'premier'.
De confirmarse la noticia, la retirada de las tropas australianas de Afganistán coincidirá con las elecciones generales de 2013, en las que, según apuntan todas las encuestas, Gillard perderá frente al líder conservador,
Tony Abbott.
En los último tiempos, ha aumentado la presión sobre el Gobierno del Partido Laborista para que retire las tropas de Afganistán, sobre todo, por los 32 soldados australianos que han muerto y los cientos que han resultado heridos en el transcurso de la misión.
En la misma línea, el presidente de Francia,
Nicolas Sarkozy, que también se enfrenta a una posible derrota en las elecciones presidenciales de abril y mayo, anunció recientemente que
las tropas galas abandonarían el territorio afgano a finales de 2013.
Por su parte, el presidente de USA,
Barack Obama, mantiene la retirada para 2014, aunque después de esa fecha todavía quedarán algunos efectivos estadounidenses para apoyar a las fuerzas afganas.
De los 130.000 uniformados que forman la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF),
90.000 son estadounidenses, 9.500 británicos, 3.600 franceses y 1.550 australianos.
En la Cumbre de Chicago, los líderes de los países de la OTAN pretenden definir el calendario de retirada de las tropas de Afganistán, así como la estrategia para evitar que el país caiga en una guerra civil tras la salida de las fuerzas internacionales.
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