Los investigadores aplicaron un anti-inflamatorio en conejos, quienes recuperaron casi toda su movilidad en sólo seis días.
Investigadores estadounidenses probaron con éxito en conejos un nuevo tratamiento contra la parálisis cerebral que permite recuperar casi enteramente la movilidad, un resultado esperanzador para la atención de personas con esta enfermedad incurable, según publicó la revista estadounidense Science Translational Medicine.
El método, que integra el creciente campo de la nanomedicina, supone la administración de un medicamento anti-inflamatorio directamente en las partes dañadas del cerebro a través de diminutas moléculas en forma de árbol, conocidas como dendrímeros.
Las crías de conejo tratadas dentro de las seis horas del nacimiento mostraron "una significativa mejoría en la función motora" al quinto día de vida, dijo Sujatha Kannan, del Instituto Nacional de Salud Infantil, coautora del estudio publicado en la revista científica.
Los conejos nacidos con parálisis cerebral se movían "casi a niveles normales sanos en cinco días", agregó el pediatra de Chicago Sidhartha Tan, en una nota que acompaña el estudio.
El fármaco utilizado para tratar comúnmente a las personas con sobredosis de acetaminofeno, conocido como N-acetil-L-cistina o NAC, administrado en una dosis 10 veces menor. Sin embargo, fue exitoso debido a que el método de nanoadministración permitió aliviar rápidamente la inflamación en el cerebro.
Kannan dijo que su equipo usó conejos porque en éstos, como en los humanos, una parte del cerebro se desarrolla antes del nacimiento y otra después, mientras que la mayoría de los animales nace con sus habilidades motoras ya formadas. "Una ventaja es que podemos probar terapias y ver la mejoría de la función motora con este tipo de modelo animal", dijo.
Si bien los expertos dicen que puede llevar muchos años saber si este método puede ser usado en bebés humanos, la investigación prueba que cierto tipo de intervención temprana puede revertir el daño cerebral.
"La importancia de este trabajo es que indica que hay una ventana en el tiempo, inmediatamente después del nacimiento, en la que se puede identificar la neuroinflamación y en la que el tratamiento con un nanodispositivo puede revertir las características de la parálisis cerebral", dijo otro de los autores del estudio, Roberto Romero, un obstetra del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano.
La parálisis cerebral afecta a unos 750.000 niños y adultos en Estados Unidos, y su tasa de prevalencia es de un 3,3 por cada 1.000 nacimientos, según Romero.
Este trastorno puede causar graves dificultades para controlar los músculos, así como incapacidad para caminar, moverse o deglutir. Algunos pacientes también pueden sufrir retrasos cognitivos y anomalías del desarrollo.
La parálisis cerebral puede ser causada por infecciones maternas durante el embarazo, lesiones en la cabeza, o complicaciones en el nacimiento. Suele estar relacionada con el nacimiento prematuro, un fenómeno que va en aumento, pero la enfermedad a menudo no se diagnostica hasta los dos años.
"Al momento del diagnóstico es muy poco lo que podemos hacer", dijo Romero, describiendo la parálisis cerebral como "una enfermedad crónica que no tiene cura".
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