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© Goran Burenhult/ScienceLos investigadores revisaron esqueletos de la Era de Piedra en Europa
Uno de los misterios extraordinarios de la historia de la humanidad es cómo la agricultura se expandió por toda Europa, remplazando el estilo de vida de caza y recolección. ¿Los agricultores migraron desde otros sitios hacia Europa, llevando una cultura de plantación y domesticación de animales que se volvió dominante, o los grupos locales de recolección y caza simplemente adoptaron ideas sobre esas prácticas?

Un nuevo estudio en la revista Science ofrece algunos descubrimientos al respecto. Los investigadores sugieren que los agricultores y los cazadores-recolectores fueron grupos genéticamente distintos que se entremezclaron después de la migración de personas expertas en la agricultura.

"Estos resultados son importantes porque están usando un ADN (código genético) antiguo, extraído de restos de esqueletos, en lugar de tomar muestras de poblaciones vivas y hacer suposiciones sobre el pasado", dijo en un correo electrónico el arqueólogo Colin Renfrew, quien no estuvo involucrado en el estudio.

La creencia actual es que hace aproximadamente 11,000 años, los humanos comenzaron el estilo de vida agrícola en Oriente Próximo. Cerca de 5,000 años después, esa cultura llegó a Europa continental. Los agricultores y cazadores-recolectores tenían distintos hábitos alimenticios, ritos funerarios y expresiones materiales culturales, dicen los expertos.

Para investigar el impacto de los agricultores, los científicos estudiaron el ADN de cuatro muestras de restos humanos, todos de hace aproximadamente 5,000 años, en Suecia. Tres eran de un lugar de caza y recolección, y uno fue excavado de un lugar de entierro antiguo de una cultura agrícola.

Los investigadores secuenciaron cerca de 250 millones de pares de base genética, que es entre el 1% y el 3% de genoma de cada uno de los cuatro individuos, dijo Mattias Jakobsson, de la Universidad Uppsala en Uppsala, Suecia, en una conferencia de prensa este jueves. Los autores del estudio compararon esta información genética con la de materiales de referencia de muchas regiones de Europa.

"Lo que encontramos es que los cazadores-recolectores son en su mayoría genéticamente similares a los individuos que hoy en día viven en los extremos norte de Europa", dijo Jakobsson. Específicamente, gente en Finlandia, Rusia y las Islas Orkney de Escocia tienen variantes genéticas en común con la de los cazadores-recolectores que los investigadores estudiaron.

En contraste, los residentes actuales del sur de Europa, como los italianos y chipriotas, son genéticamente más similares a los agricultores antiguos. Incluso en Suecia hoy en día, la gente que vive en el norte se acerca más a la firma genética de los cazadores-recolectores que las personas que viven en el sur, quienes tienen un poco más en común con los agricultores antiguos.

Los esqueletos de los cazadores-recolectores muestran ciertas adaptaciones al clima frío, y la parte baja de sus piernas es más corta, en proporción, que la de los agricultores.

"En un sentido genético, estos dos grupos sobreviven de cierta manera, aunque la agricultura es una técnica que aparentemente sobrevive a la caza-recolección en esta parte del mundo", dijo Anders Göthertröm, un coautor del estudio de la Universidad Uppsala.

El agricultor antiguo fue descubierto a menos de 400 kilómetros de los cazadores-recolectores, pero muestra firmas genéticas diferentes. Esto sugiere que había divisiones genéticas fuertes entre los agricultores y cazadores-recolectores, dijo Jakobsson.

Y los rastros de estas divisiones no existirían si la cultura agrícola se hubiera expandido solo como una idea, dijeron los autores del estudio.

Es posible que las prácticas agrícolas fueran traídas por personas que se mudaron del sur de Europa a Escandinavia y que vivieron separadas de los cazadores-recolectores. El movimiento de éstos esparció la agricultura a través del continente. Con el tiempo, hubo más contacto, y eventualmente mezcla, entre estas personas y los cazadores-recolectores.

Por eso, las personas que viven en el norte de Europa hoy no se ven exactamente como agricultores o cazadores-recolectores de ese tiempo. De hecho, parece que la mayoría de las poblaciones europeas están genéticamente entre los agricultores y los cazadores-recolectores, de acuerdo con el estudio.

La expansión de la agricultura no ocurrió en una sola migración, fue un movimiento esporádico y lento, dijo Jan Spora, un coautor del estudio de la Universidad de Estocolmo.

La investigación apoya la teoría de que los primeros hablantes de un lenguaje antecesor de los idiomas indoeuropeos actuales vinieron con los primeros agricultores, dijo Renfrew, el arqueólogo británico.

Pero este estudio no es evidencia decisiva. Tal vez este esqueleto del agricultor antiguo no es típico de todos los agricultores de Europa de hace 5,000 años, o que los cazadores-recolectores también fueron inusuales en su propio grupo.

"Se necesitará un mayor número de muestras, preferiblemente de diferentes lugares, para afianzar la imagen", dijo Renfrew.