El Tribunal Supremo de EE.UU. rechazó hoy la petición de un ciudadano estadounidense, condenado por terrorismo, que había demandado a varios responsables del Pentágono, entre ellos al exsecretario de Defensa Donald Rumsfeld, por las supuestas torturas a las que fue sometido.

José Padilla fue detenido en mayo de 2002 en Chicago (Illinois) como testigo material en supuestas actividades terroristas y quedó recluido en una cárcel civil de Nueva York.

En junio de ese año, dos días antes de que un tribunal escuchara su apelación contra el arresto, el presidente George W. Bush lo declaró "combatiente enemigo" y el joven fue llevado a la prisión militar naval en Charleston, Carolina del Sur.

Según los documentos presentados a la justicia, pasarían casi dos años antes de que supiera de Padilla y durante ese tiempo permaneció en confinamiento solitario sin contacto con abogados ni familiares.

Los abogados de Padilla y su madre, Estela Lebrón, que llevó adelante la demanda, sostienen que José fue sometido a malos tratos, incluida la exposición a temperaturas extremas, privación del descanso y amenazas de traslados a otros países donde podría ser torturado o asesinado.

Entre los demandados estaban el entonces secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; el exabogado del Pentágono William Haynes, el exsubsecretario de Defensa Paul Wolfowitz, y el exdirector de la Agencia de Inteligencia de Defensa vicealmirante Lowel Jacoby.

La demanda sostenía que la detención y tratamiento de Padilla violaron partes de las enmiendas Quinta y Octava de la Constitución estadounidense que estipulan que "ninguna persona será privada de su vida, libertad o propiedad sin el debido proceso legal", y afirma que "no se infligirán castigos crueles o extraordinarios".

El Tribunal Supremo rechazó, sin comentarios, la apelación de Padilla y la decisión de hoy no afecta su sentencia de 17 años y cuatro meses en prisión, a la que fue condenado en 2007 como conspirador vinculado con la red terrorista Al Qaeda.