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Ante el Órgano Interno de Control de la misma dependencia expuso que el permiso se emitió sin tomar en cuenta opiniones de expertos sobre la siembra de este ogm de la empresa Monsanto.

Ante el permiso que dieron funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para el cultivo comercial de soya transgénica, Greenpeace presentó un procedimiento de responsabilidad administrativa al Órgano Interno de Control de la dependencia.

Los servidores públicos que dieron el permiso son Alfonso Flores Ramírez, titular de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), y Mauricio Limón Aguirre, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental.

Emitieron un dictamen vinculante positivo para la siembra comercial de 253 mil 500 hectáreas de soya transgénica en Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tamaulipas, San Luis Potosí, Veracruz y Chiapas.

La organización explicó que ello fue sin tomar en cuenta opiniones de expertos sobre la siembra de soya transgénica -tolerante al herbicida glifosato- de la empresa Monsanto, lo cual ocurrió a pesar de existir una suspensión de oficio dictada por el Juzgado Primero de Distrito de Mérida, Yucatán, para la siembra de 30 mil hectáreas de soya transgénica solicitada por Monsanto en 2011, debido a los daños irreparables que puede ocasionar al medio ambiente y los riesgos que representa para la salud humana.

El dictamen positivo vinculante que otorgaron ambos funcionarios de Semarnat contraviene las opiniones técnicas de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y del Instituto Nacional de Ecología (INE) quienes dieron dictamen no favorable, y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) que recomendó - dado el evidente riesgo de afectación a áreas naturales protegidas por contaminación del glifosato, así como de afectación a la polinización favorecida por la apicultura- hacer una evaluación del impacto ambiental de la soya transgénica antes de ser liberada.