
El asteroide 2011 GA5 tiene 140 metros de diámetro y fue descubierto durante una investigación operada por la Universidad de Arizona de Tucson, patrocinada por la NASA.
Lindley Johnson, del programa Objetos Cercanos a la Tierra (NEO), de la NASA, en Washington, declaró que "si bien existe un consenso general de que sólo hay una pequeña posibilidad de que podríamos estar ante un escenario de impacto real de este objeto", se seguirá investigando. "Estaremos atentos y dispuestos a tomar medidas adicionales si las observaciones adicionales indican que está garantizado", agrega Johnson.
"Cada vez que somos capaces de observar un asteroide y obtener nuevos datos de su ubicación, estamos en condiciones de afinar nuestros cálculos de la trayectoria futura del asteroide", dijo Don Yeomans, director de la Oficina del Programa NEO de la NASA en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California.
"Cuando existen pocas observaciones, nuestro cálculo de la órbita inicial incluirá una franja más ancha para dar cuenta de las incertidumbres. Con más puntos de datos, mejora el conocimiento de las posiciones posibles del asteroide y la franja se hace más pequeña. y por lo general se elimina el riesgo de un impacto", agrega el experto de NASA.
En estos momentos el asteroide 2011 se encuentra transitando al otro lado del Sol, cerca de Marte. Se espera observarlo en el años 2013 y afinar la órbita para descartar riesgos.
En tanto el asteroide Apophis, que pasará cerca de la Tierra en 2036, y es otro de los cuerpos celestes con posible impacto para la Tierra, sin embargo, las observaciones entre 2005 y 2008, disminuyeron tal posibilidad.
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