Barclays, el segundo banco británico por activos, ha acordado pagar una multa de 290 millones de libras para cerrar los procesos en EE UU y el Reino Unido sobre una posible manipulación en el tipo interbancario Libor.

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© EFE/Andy Rain
El consejero delegado de Barclays, Bob Diamond, y otros ejecutivos renunciarán a sus bonus a raíz del acuerdo, según ha declarado el banco en un comunicado. "Los acontecimientos que han dado lugar a la resolución de hoy tiene que ver con acciones pasadas que quedaron muy por debajo de los estándares de conducta a los que aspira Barclays en su modo de hacer negocios", ha afirmado Diamond en dicha nota.

El acuerdo con la Autoridad de Servicios Financieros británica, la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EE UU, y el Departamento de Justicia de este último país llega después de que los reguladores investigaran si algunos bancos habían tratado de manipular el Libor, el tipo de interés de referencia para 360 billones de valores, para esconder su verdadero coste de endeudamiento, y si los brokers amañaron dicho índice para aprovecharse de los derivados de tipos de interés.

Además de Barclays, entre las firmas investigadas por esa posible manipulación están Royal Bank of Scotland, Citigroup, UBS, ICAP, Lloyds y Deutsche Bank.

Encuestas falseadas

El Libor se deriva de una encuesta entre bancos desarrollada diariamente en nombre de la Asociación de Banqueros Británicos. Se pregunta a los prestamistas cuánto les costaría tomar prestado de cada uno de los demás por 15 periodos distintos, desde el diario al anual, en monedas como el dólar, el euro, el yen y el franco suizo. Varios empleados responsables de enviar esos datos reconocen que han discutido regularmente dónde poner la medida con los brokers que se sientan con ellos, brokers intermediarios y contrapartes de bancos rivales. Esas conversaciones se hicieron práctica común después de la congelación de los mercados monetarios en 2007, dificultando a los banqueros individuales separar el coste de endeudamiento de otros prestamistas.

Los reguladores se están centrando en la falta de las llamadas murallas chinas entre brokers y empleados responsables de enviar los datos en nombre de sus bancos, y en la posibilidad de que las mesas de contratación de dichos bancos explotaron la información sobre la dirección del Libor en derivados de tipos de interés.