El Gobierno de Córdoba celebró ayer que la multinacional Monsanto haya decidido instalar una planta de semillas en la localidad de Malvinas Argentinas, con una inversión que rondará los $1.600 millones y la posible creación de 400 puestos de trabajo.

La novedad, que había sido anticipada días atrás a la presidenta Cristina Kirchner, fue ahora comunicada formalmente al gobernador cordobés José Manuel de la Sota, quien explicó que la nueva planta se dedicará a " la producción de semillas de alta calidad para mejorar los rindes agropecuarios y va a ser la más importante de América Latina".

En rigor, el nuevo establecimiento semillero sería inaugurado en diciembre de 2013 y se dedicará al tratamiento y acondicionamiento de semillas de maíz. Tendrá, de acuerdo a las promesas empresarias, capacidad para proveer el insumo necesario para sembrar 3,5 millones de hectáreas, un 60/70% de la superficie dedicada al cultivo en toda la Argentina.

El anuncio se inscribe en un acercamiento de Monsanto con el kirchnerismo, con el que mantuvo serios enfrentamiento en el mandato de Néstor Kirchner. En esa estrategia se inscribe además el próximo lanzamiento de una nueva generación de la popular soja transgénica RR desarrollada por la compañía estadounidense.