esclavitud en Arabia Saudita
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El petróleo ha hecho rico a gran número de países árabes. Un gran receptor de mano de obra, tanto femenina destinada a las tareas domésticas, como la masculina en la construcción, es Arabia Saudita, país de nacimiento de Muhammad, el líder político-militar-religioso que fundó el Islam en el siglo VII, y que desde entonces está libre de "infieles" judíos y cristianos.

Arabia Saudita es el lugar de la tierra donde el Islam está ausente de "contaminación" de infieles. Sus nacionales respiran el autentico Islam, el más puro Islam, y sus conductas están marcadas por el Corán, sus leyes son la Sharia, y su constitución es el Islam sin mácula.

Países pobres como Indonesia, Kenia, Nepal o Filipinas envían gran cantidad de mujeres a trabajar en el servicio doméstico, pero estos países han comprobado que sus mujeres son sobreexplotadas, no se les paga los salarios, se les retiene el pasaporte, no se les deja salir de las casas de sus amos, y sufren abusos sexuales perpetrados por los devotos más creyentes del Islam.

Indonesia, el país con más musulmanes del planeta, ha prohibido a sus mujeres que viajen y trabajen a los países árabes-musulmanes de Medio Oriente. Kenia -78 por ciento de cristianos- ha prohibido tanto a hombres como mujeres keniatas que trabajen en Arabia Saudita por el mismo motivo.

Recientemente Madagascar, Sri Lanka, y Filipinas tuvieron que repatriar mujeres de Líbano y otros países árabes por el mismo motivo.

La web católica AsiaNews informaba hace menos de un año que las mujeres nepalíes eran víctimas de la explotación y prostitución en los países árabes.

Las mujeres nepalíes son vulnerables, a diferencia de las occidentales, y las embajadas de Nepal en la región dicen que reciben una gran cantidad de mujeres pidiendo refugio y que se quejan de la violencia física y sexual de sus empleadores.

Nepal acaba de prohibir a sus mujeres menores de 30 años trabajar en Arabia Saudita (las jovencitas son explotadas económica y sexualmente por sus empleadores árabes-musulmanes) por el motivo que sus mujeres son maltratadas y prostituidas en la tierra más pura del Islam, Arabia Saudita.

Nepal y estos otros países tienen poco recursos, pero saben que enviar sus mujeres a los países árabes y musulmanes es una desgracia para las jóvenes. ¿Dónde están los líderes sindicales y las feministas españolas? ¿No se indignan ante tanto atropello?