Universidad de Boras
© Cortesía de la Universidad de BorasMohammad Junidi Chasan, CEO de Bionat, frente a las instalaciones de biogás en el mercado de frutas en Sleman, Indonesia. Foto de Archivo.
Toneladas de frutas que se desperdiciaban en un pequeño pueblo de Indonesia, ahora se transforman en gas-biológico (biogás) para producir electricidad. Esto fue posible gracias a la ayuda de la ciudad Sueca que estableció un ejemplo mundial por su éxito en el manejo de residuos.

En el mercado de frutas en Sleman, en la isla de Java en Indonesia, solían desaprovechar cuatro toneladas de frutas al día. En la isla más poblada del mundo, el clima cálido y la falta de medios de refrigeración, hacían que las frutas, frescas en la mañana, se descompusieran al día siguiente.

Esto era tanto un desafío como una oportunidad para dos expertos en manejo de residuos de la Universidad de Boras, Suecia. Ellos visitaron la isla y estudiaron la situación.

El profesor Mohammad Taherzade y el coordinador del Proyecto de Recuperación de Residuos en Indonesia, Olle Engstrom, decidieron hacer arreglos para que dos estudiantes de la Universidad Gadjah Mada de Indonesia viajaran a Boras y aprendieran sobre el manejo de residuos.

En la Escuela de Ingeniería de la universidad, los estudiantes aprendieron acerca de la producción de biogás y cómo construir instalaciones para producir esta clase de energía.

"Esto significa que los distribuidores en el mercado podrán generar su propia electricidad sin tener que comprarla", dijo Engstrom. "Además eliminarán el hedor de la descomposición de las frutas y reducirán las emisiones de gas con efecto invernadero. Así, el ambiente mejorará".

Al regresar a Sleman, los estudiantes se convirtieron en jefes del proyecto y diseñaron una instalación local de biogás, para transformar la basura en energía útil.

La Universidad de Gadjah Mada no fue la única que tomó parte del Proyecto de Recuperación de Residuos, también se involucraron las autoridades locales, los hombres de negocios, y los comerciantes de frutas de Sleman, para educarlos acerca de los principios de la ciencia del medio ambiente.

Los suecos les enseñaron el modelo de la Universidad de Boras sobre colaboración, permitiendo a todas las partes compartir experiencias y conocimiento, para resolver los problemas juntos.

El éxito de la colaboración

"Nuestro modelo está basado en movilizar a los ciudadanos y ayudarlos a entender por qué es importante el reciclar", dijo Par Carlsson de Energía y Medio Ambiente de Boras, uno de los socios que colaboró con el proyecto de Recuperación de Residuos en Indonesia.

La pequeña ciudad de Boras, en el suroeste de Suecia, formó en 1980 un grupo que impulsara el trabajo de recuperación de energía, reciclaje y manejo de residuos. El grupo consistía de representantes de la universidad local y otras instituciones académicas, así como el gobierno local.

Involucrar a tantas partes interesadas resultó ser una receta para el éxito. El grupo descubrió que podía hacer grandes cambios con pocos recursos, y el modelo resultante le dio a la ciudad no sólo un ambiente más limpio sino también mejores condiciones de vida para sus ciudadanos.

Sólo un 4% de las 200.000 toneladas de basura colectada anualmente termina en los colectores; y 30.000 toneladas de pura basura orgánica se convierten en 3 millones de metros cúbicos de biogás, que se usa para abastecer de energía a los autobuses, camiones de basura y taxis de la ciudad.

Cualquier cosa reciclable se reutiliza, y los residuos que deben quemarse se usan para calentar el agua que se distribuye en el sistema de caños bajo tierra que van a las casas y edificios de Boras.

Por lo tanto, Boras se convirtió en una especie de autoridad internacional en el manejo de residuos, y su modelo se difunde en todo el mundo.

Desarrollando una comunidad

Las agencias del gobierno sueco fundaron el Proyecto de Recuperación de Residuos de Sleman como un esfuerzo para ayudar en el extranjero. Desde entonces, el proyecto se convirtió en un socio en el manejo de residuos en otras instituciones y jurisdicciones de Indonesia.

Por ejemplo, hay muchos depósitos de basura en Indonesia que son una nueva oportunidad para recuperar energía a partir de los residuos.

Mientras que la basura no se separa, sólo se deposita en rellenos sanitarios, "establecimos instalaciones apropiadas de producción de biogás así como otros complejos productores de gas en los terrenos de relleno de residuos en varias ciudades en Indonesia", dijo Carlsson.

El trabajo de recuperación de residuos en Boras no sólo es un éxito en el manejo de residuos, sino que también lo es en varios aspectos del desarrollo de comunidades locales.

La sinergia produjo muchos efectos que benefician a diferentes sectores de la sociedad en Boras, incluyendo las industrias, dijo Carlsson. Esta experiencia también está ayudando Indonesia. Por ejemplo, los expertos de Boras colaboran ahora en la ciudad de Palu a construir una ciudad sostenible para el futuro.

Annika Siwertz de la Agencia Sueca Internacional de Desarrollo y Cooperación (SIDA), elogió al Proyecto de Recuperación de Residuos cuando inició la colaboración en Indonesia el año pasado. Ella llamó al modelo Boras uno de los mejores ejemplos de ayuda extranjera que haya visto, resaltando que SIDA sólo invirtió 'muy poco dinero".

Aparte de Indonesia, los expertos de manejo de residuos en Boras, establecieron socios en Universidades de Nigeria, Brasil, Estados Unidos y Vietnam. Actualmente están en conversaciones con grupos interesados en muchos otros países.