Pinturas rupestres Cova Del Comte
© EMVInterior de la cueva del Conte, Pedreguer

La Marina Alta, junto con la Safor, concentra los principales yacimientos de la época en la Comunidad Valenciana

El importante yacimiento arqueológico hecho público por un equipo de cinco arqueólogos, que trabaja bajo el mecenazgo de la Fundación Cirne, revela un nuevo asentamiento humano en la Marina Alta de hace unos 20.000 años.

El yacimiento encontrado en la Cova del Comte, con sus grabados y pinturas de 20.000 años de antigüedad, puede ser sólo el principio, lo que se ha podido ver a primera vista, pues en realidad toda la cueva está aún por investigar. Lo que sí está ya confirmado es que los hombres del Paleolítico decidieron que la zona comprendida por las actuales comarcas de la Marina Alta y la Safor era el lugar donde querían vivir. Su edén particular en el arco mediterráneo. "Una de las zonas con más densidad de yacimientos paleolíticos en el Mediterráneo", según explica uno de los arqueólogos de este proyecto, Juan de Dios Boronat.

Así lo atestiguan la Cova Fosca, en la Vall d'Ebo, donde se encontraron en los 80 los primeros grabados de caballos en paredes; la cabra pintada en el interior de la Cova del Reinós (La Vall de Laguar); o los grabados de las cuevas del Parpalló y de les Meravelles, en Gandia. Y ahora, la Cova del Comte, la única que combina grabados con unas pinturas que casi triplican en antigüedad a las del arte macroesquemático levantino, declarado Patrimonio de la Humanidad.

"La Marina Alta y la Safor ha sido siempre una zona muy habitada, con índices de pluviosidad altos y ecosistemas variados; en pocos kilómetros hay altas montañas donde refugiarse en cuevas y llanuras litorales que favorecen la trashumancia de animales y la existencia de manadas de caballos", explica Boronat. De hecho, la caza del caballo, como la del ciervo o la cabra, nutría de alimentos a una comunidad cuyos miembros apenas tenían una esperanza de vida de 24 años y cuyas mujeres daban a luz a los 12 ó 13 años. Pero no todo era caza mayor; la mayoría de huesos localizados en estas cuevas son de conejo.

Por otra parte, no es cierto el mito de que estos hombres vivían en cuevas, recalca Boronat. Éstas les servían de refugio, pero por lo general hacían vida a la intemperie, si el tiempo lo permitía. Y es que la temperatura era, entonces, algo más baja que ahora.

Al margen de pinturas y grabados, en la Cova del Comte se ha encontrado un importante yacimiento arqueológico que proporciona datos sobre cómo vivían estos valencianos de hace 20.000 años, que llevaban "una vida equilibrada en la naturaleza, cazando, depredando y recolectando lo que les hacía falta; y amoldándose a los cambios climáticos". Se han hallado sílex relacionados con la caza (proyectiles, herramientas para trabajar la piel o para el desguace de la carne). Y también una gran cantidad de huesos de fauna.