© U. Yale
Médicos distinguen diferencias en el cerebro, entre las creencias extrañas y los delirios psicóticos en la corteza prefrontal del cerebro derecho
Detrás de aquellos dichos inunsuales, relativos a lo sobrenatural o una persecusión, los científicos descubren cerebros sanos, al contrario de los que tienen ideas delirantes.

Finalmente los científicos lograron distinguir en el cerebro cuándo una inusual creencia descrita por una persona es perfectamente sana y racional, de aquellas que son producto de delirio o enfermedad.

Hay creencias que pueden ser algo extrañas para algunos e incluso desconcertantes para otros, al punto de dudar de quienes las cuentan, sin embargo, un equipo de la Universidad de Yale publicó que ahora son capaces de ser diferenciarlas de aquellas que son creadas por el estrés o un verdadero delirio.

"Nuestro estudio sugiere que para las personas que tienen creencias extrañas, pero no son afligidas por ellas, la señal del cerebro es distinta de la que se encuentra en las personas con enfermedad mental psicótica", dijo el médico psiquiatra Philip Corlett, profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, autor principal del estudio.

El Dr. Corlett agregó que cuando esta creencia comienza a alterar la visión de mundo que tiene la persona y a generar una angustia, se observa un cambio en el cerebro.

En las personas con delirio, el equipo observó previamente que estas personas muestran claras señales de actividad en la corteza pre frontal del cerebro derecho, al punto de poder predecirse el nivel de gravedad de la psicosis.

Después de crear un parámetro y un marcador neuronal de los procesos de los delirios en el cerebro, los investigadores averiguaron cómo se comportaba el cerebro en las personas voluntarias que tenían creencias de características similares a aquellas contadas por los enfermos con delirios.

Entre los participantes, algunos relataron creencias de poderes sobrenaturales, telepatía, e incluso el hecho de sentir que había una conspiración en su contra.

Según el equipo, las personas sanas decían estas ideas inusuales similares a las psicóticas, pero no manifestaban estar preocupados por sus creencias.

"Los resultados sugieren que puede haber un mecanismo independiente a través de la cual las ideas y las creencias inusuales pueden permanecer benignas e incluso pueden enriquecer la vida de las personas!", concluye el estudio del profesor.

Sin embargo, el doctor Corlett advirtió que aquellos sujetos sanos cuyas creencias se llevaron a cabo con convicción acompañada de un mayor nivel de angustia, eran más propensos a mostrar la actividad cerebral similar a los pacientes con delirios.

En el estudio participó además el médico y profesor Dr. Paul Fletcher, y Bernard Wolf del departamento de neurociencia de la Salud de la Universidad de Cambridge.