Escuchamos vitamina C y probablemente pensamos en un vaso de jugo de naranja, pero ésta está presente en muchos otros alimentos; te decimos cuáles.

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Ya nos sabemos de memoria las recomendaciones de aumentar nuestra ingesta de vitamina C en época de frío, pero lo que no sabes es que esta vitamina va más allá de protegerte contra la gripe y enfermedades respiratorias, de hecho es responsable para el buen desempeño de muchas de las funciones de nuestro cuerpo.

También conocida como ácido ascórbico, la vitamina C es un componente que el cuerpo no es capaz de formar, por lo que debe ser ingerido a través de determinados alimentos donde esté presente, por ejemplo toronja, guayaba, piñones, mango, jitomate, brócoli, pimiento rojo, etc. Como puedes ver la vitamina C es mucho más que un jugo de naranja, de hecho, como dato curioso, un pimiento rojo ¡tiene más de esta vitamina que una naranja!

Beneficios

Entre sus múltiples funciones, a nivel celular se destaca su capacidad antioxidante, esto quiere decir que previene el daño provocado por los radicales libres, sustancias que al ser muy inestables provocan daño celular como inflamación que deriva en enfermedad y envejecimiento. Es considerada uno de los antioxidantes más eficaces, al ser el primero en ser consumido, constituyendo por lo tanto la reacción inicial de defensa.

De acuerdo con Alicia Velásquez Garibay, Directora de Recorrido por la Salud, recientemente se ha estudiado de manera frecuente el papel de la Vitamina C en contra de las enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas, inflamatorias (asma, lupus, entre otras,) e incluso el cáncer. "Entre otras de sus importantes funciones se encuentra la síntesis de colágeno, proteína fibrosa que está presente en huesos, cartílagos, tendones, vasos sanguíneos y piel. Es por ello que la vitamina C es uno de los ingredientes activos más ampliamente usados en la cosmetología", asegura la experta.

Además, esta sustancia participa en la formación hepática de Carnitina, molécula encargada de la degradación o utilización de las grasas ingeridas, favorece la absorción de hierro en el intestino y confiere resistencia ante el resfriado común.

La deficiencia de Vitamina C produce escorbuto, una enfermedad en la que el organismo es incapaz de sintetizar colágena. Esto puede derivar en cabello débil, derrames sanguíneos en la piel, mala cicatrización, anemia, caída de piezas dentales, somnolencia, etc. Para que esto aparezca se necesitan únicamente de 45 a 80 días sin dicha vitamina.