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El incidente tuvo lugar el viernes en el pueblo de Frankstown, del condado de Blair, donde un hombre armado no identificado abrió fuego en una carretera rural. El atacante fue abatido por agentes del orden, pero antes dejó heridos a varios miembros de la patrulla estatal de autopistas.
"Cuatro personas murieron. Esa cifra incluye al supuesto agresor. Hay varios policías de Pensilvania heridos, ninguno de ellos de gravedad", señaló Diane Meling, la portavoz de la agencia de emergencia del condado de Blair, agregando que la situación estaba controlada.
La tragedia se produjo una semana después de que el Estado norteamericano sufriera una masacre en una escuela infantil de Connecticut, donde asesinaron a tiros a 26 personas, 20 de ellas niños entre 5 y 10 años. Un total de 28 personas perdieron la vida en el suceso, incluyendo al hombre armado, que se suicidó.
No para la violencia en un país que es libre el acceso a las armas; el pasado martes otro tiroteo en un centro comercial en Oregón se saldó con la vida de tres clientes.
Unas 30 mil personas pierden la vida cada año en el país norteamericano, como consecuencia de incidentes relacionados con armas de fuego, entre ellos asesinatos, suicidios o accidentes.
Ante esta situación, se ha producido un debate en Estados Unidos sobre la tenencia de armas de fuego.
Por su parte, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), el poderoso lobby y el defensor de la tenencia de armas en Estados Unidos, ha abogado por el despliegue de policías armados o agentes de seguridad en todas las escuelas del país.
Tras la reelección de Obama en las elecciones presidenciales de noviembre se registró un aumento drástico en las ventas de armas, pues la gente temía posibles restricciones y aumentos de impuestos sobre las armas de asalto y las municiones.
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