El escándalo que salió a la luz en 2012 sobre una prueba con arroz modificado genéticamente ha alarmado a investigadores médicos y especialistas de la salud, según informó un portavoz del Ministerio de Salud el jueves.

El portavoz Deng Haihua dijo en una rueda de prensa que el incidente debe servir como recordatorio sobre la importancia de respetar la ética científica y la integridad académica.

"Un pequeño número de investigadores carece de conciencia sobre las leyes y tiene mala disciplina moral", dijo Deng, añadiendo que la mala gestión aún existe en algunas instituciones científicas.

El Centro Chino para el Control y Prevención de Enfermedades confirmó en diciembre de 2012 que se había realizado una prueba conjunta Estados Unidos/China de arroz modificado genéticamente que probaron en ochenta estudiantes de la provincia de Hunan en 2008. Los investigadores que participaron en la prueba nunca informaron a los padres que el arroz con el que se alimentaba a sus hijos era un alimento transgénico en periodo de prueba.

Deng instó a los departamentos e instituciones pertinentes a aprender de los errores del pasado mediante el fortalecimiento de su gestión a la vez que fomentan la cooperación internacional en el área.

Los tres funcionarios que aprobaron y llevaron a cabo la prueba fueron despedidos por "violar las normas, la ética científica y la integridad académica".