Comentario: Como complemento a este artículo los invitamos a la lectura de:
La Última Hora de Vida


Me quedé pensando en lo que escribí, de modo que busqué mi libro de In Search of the Miraculous [En Busca de lo Milagroso], de P.D. Ouspensky, para repasar un poco lo que Gurdjieff decía acerca de la evolución.

He aquí unos fragmentos que quiero compartir con ustedes:
Alguien preguntó en una reunión:

"¿Cómo debe ser entendida la evolución?"

"La evolución del hombre," contestó G., "puede ser tomada como el desarrollo en él de aquellos poderes y posibilidades que nunca se desarrollan por sí mismos, es decir, mecánicamente. Sólo este tipo de desarrollo, sólo este tipo de crecimiento, marca la verdadera evolución del hombre. No hay, ni puede haber, ningún otro tipo de evolución.
"Tenemos ante a nosotros al hombre en el momento presente de su desarrollo. La Naturaleza lo ha hecho tal como es, y, en grandes masas, hasta donde podemos ver, así se quedará. Cambios con probabilidad de violar los requerimientos generales de la naturaleza sólo pueden ocurrir en unidades separadas.

"Para poder entender la ley de la evolución del hombre es necesario entender que, más allá de cierto punto, esta evolución no es necesaria en lo absoluto, es decir, no es necesaria para la naturaleza en un momento dado en su propio desarrollo. Para hablar con más precisión: la evolución de la especie humana corresponde a la evolución de los planetas, pero la evolución de los planetas procede, para nosotros, en ciclos de tiempo infinitamente prolongados. A través del espacio de tiempo que puede captar el pensamiento humano, no hay cambios esenciales que puedan ocurrir en la vida de los planetas, y, consecuentemente, no hay cambios esenciales que puedan ocurrir en la vida de la humanidad.

"La humanidad ni progresa ni evoluciona. Lo que nos parece a nosotros ser progreso o evolución es una modificación parcial que puede ser inmediatamente equilibrada por una modificación correspondiente en una dirección opuesta.

"La humanidad, como el resto de la vida orgánica, existe en la tierra para las necesidades y propósitos de la tierra. Y es exactamente como debería de ser para los requerimientos de la tierra en el momento presente.

"Sólo un pensamiento tan teórico y tan lejano a los hechos como el pensamiento moderno europeo podría haber concebido la evolución del hombre como posible aparte de la naturaleza que lo rodea, o considerar a la evolución del hombre como una gradual conquista de la naturaleza. Esto es imposible. Al vivir, al morir, al evolucionar, al degenerar, el hombre igualmente sirve los propósitos de la naturaleza - o, más bien, la naturaleza hace igual uso, aunque quizá para propósitos distintos, de los productos tanto de la evolución como la degeneración. Y, al mismo tiempo, la humanidad como un todo nunca puede escapar de la naturaleza, ya que, incluso al luchar contra la naturaleza el hombre actúa conforme a sus propósitos [de la naturaleza]. El hombre contiene dentro de sí la posibilidad de evolución. Pero la evolución de la humanidad como un todo, o sea, el desarrollo de estas posibilidades en todos los hombres, o en la mayoría de ellos, o incluso en un gran número de ellos, no es necesaria para los propósitos de la tierra o del mundo planetario en general, y podría, de hecho, ser perjudicial o fatal. Existen, por tanto, fuerzas especiales (de carácter planetario) que se oponen a la evolución de grandes masas de la humanidad y la mantienen al nivel en que debe estar.

"Por ejemplo, la evolución de la humanidad más allá de cierto punto, o, para hablar más correctamente, más arriba de cierto porcentaje, sería fatal para la luna. La luna actualmente se alimenta de la vida orgánica, de la humanidad. La humanidad es parte de la vida orgánica; esto quiere decir que la humanidad es comida para la luna. Si todos los hombres se volvieran demasiado inteligentes no querrían ser comidos por la luna.
Para un poco más de información sobre la idea de que somos comida para la luna y lo que eso podría significar, vean aquí y aquí.
"Pero, al mismo tiempo, existen las posibilidades de evolución, y pueden ser desarrolladas en individuos separados con la ayuda de conocimiento y métodos apropiados. Tal desarrollo puede ocurrir sólo en el interés del hombre mismo contra, por decirlo así, los intereses y fuerzas del mundo planetario. El hombre debe entender esto: su evolución es sólo necesaria para sí mismo. Nadie más está interesado en ella. Y nadie está obligado ni tiene la intención de ayudarlo. Al contrario, las fuerzas que se oponen a la evolución de grandes masas de la humanidad también se oponen a la evolución de hombres individuales. Un hombre debe superarlas en astucia. Y un hombre puede superarlas en astucia, la humanidad no puede. Más adelante comprenderán que todos estos obstáculos son muy útiles para un hombre; si no existieran tendrían que ser creadas intencionalmente, porque es por medio de superar obstáculos que el hombre desarrolla esas cualidades que necesita.
Creo que podemos indentificar al menos algunas de esas "fuerzas que se oponen a la evolución de grandes masas de la humanidad". Lean, por ejemplo, acerca del Predador, la Dama, la Virgen y los Invasores.

En cuanto a la idea de que el hombre necesita de obstáculos para evolucionar, en El Fuego Interior Don Juan Matus dice que un guerrero es muy afortunado si se encuentra con un "pinche tirano", y que si no lo hace, ¡tiene que buscar uno! Les recomiendo leer todo lo que dice ese libro sobre los pinches tiranos. Es muy interesante, y ofrece una versión muy original de cómo enfrentar opresiones de todo tipo.
"Esta es la base de un correcto punto de vista de la evolución humana. No hay evolución obligatoria y mecánica. La evolución es el resultado de la lucha consciente. La naturaleza no necesita de esta evolución; no la quiere y lucha en su contra. La evolución puede ser necesaria sólo al hombre mismo cuando se da cuenta de su posición, se da cuenta de la posibilidad de cambiar esta posición, se da cuenta de que tiene poderes que no utiliza, riquezas que no ve. Y, en el sentido de tomar posesión de estos poderes y riquezas, la evolución es posible. Pero si todos los hombres, o la mayoría de ellos, se dieran cuenta de ello y desearan obtener lo que les pertenece por derecho de nacimiento, la evolución una vez más se volvería imposible. Lo que es posible para el hombre individual es imposible para las masas.
He ahí una razón más para que yo no crea en revoluciones armadas o grandes movimientos sociales destinados a cambiar el curso de la historia: no representarían una evolución real, porque la evolución de los seres humanos en masa es imposible.
[...]

"Al hablar de evolución es necesario entender desde el principio que no hay evolución mecánica posible. La evolución del hombre es la evolución de su conciencia. Y "conciencia" no puede evolucionar inconscientemente. La evolución del hombre es la evolución de su voluntad, y "voluntad" no puede evolucionar involuntariamente. La evolución del hombre es la evolución de su poder de hacer, y "hacer" no puede ser el resultado de cosas que "ocurren"." [p. 56-58]
Este último párrafo es una de mis citas favoritas de Gurdjieff, porque en mi opinión resume la esencia de sus enseñanzas.