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Cerca de mil toneladas del meteorito de Chelíabinsk llegaron a la Tierra, lo que supone un 10 por ciento de su masa inicial, según ha señalado el director del Instituto Vernadsky de Geoquímica y Química Analítica, Erik Galímov, quien ha apuntado que el resto se convirtió en polvo y se dispersó en la atmósfera.

Galímov ha explicado, en declaraciones a la agencia Ria Novosti, que los expertos han recogido "unos tres kilogramos", mientras que "algunos aficionados se han quedado con alguna cantidad similar". En este sentido, el jefe adjunto del Laboratorio de Meteorítica del Instituto Vernadsky, Dmitri Badiukov, ha explicado que "la recogida de los fragmentos ha sido como la recogida de setas". "Andábamos por la nieve y buscábamos agujeros sospechosos", ha apuntado.

El científico ruso ha recordado que el meteorito originalmente pesaba entre 10.000 y 18.000 toneladas y medía entre 17 y 20 metros. Además, ha explicado que "los meteoritos pierden en la atmósfera hasta el 90 por ciento de su masa, que se dispersa en forma de polvo. Lo mismo ocurre con la energía.

Así, en el caso de este meteorito, la energía total fue de 500 kilotones, aunque a su llegada a la Tierra, tras atravesar la atmósfera "apenas alcanzó un kilotón", ha afirmado el científico.