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La palestina liberada de las cárceles israelíes, Rania Saqa, ha sacado a la luz que el régimen de Israel inyecta virus peligrosos a los detenidos que están por salir de las prisiones.

Tras indicar que los presos palestinos sufren de enfermedades graves y crónicas como cáncer de vejiga y trastornos hepáticos, Rania ha revelado que el régimen de Tel Aviv inyecta virus peligrosos a los presos, antes de ponerlos en libertad.

La presa liberada ha solicitado a las instituciones y a la comunidad internacional a examinarlos minuciosamente, pues, la mayoría de los reos pierden la vida después de ser liberados de las cárceles israelíes.

Rania Saqa ha criticado la desatención del Estado palestino a la situación en la que se encuentran los presos y su familia y ha agregado que "los reos se someten a las más crueles torturas".

Un gran número de presos palestinos padece de enfermedades incurables o discapacidades permanentes como consecuencia de la crítica situación que sufre en las cárceles del régimen israelí.

Hace poco, el Instituto Solidaridad por los Derechos Humanos advirtió de que el régimen israelí abusa de los presos palestinos para probar sus nuevos medicamentos, medida que contradice los principios médicos y morales.

Actualmente, unos 5 mil presos palestinos, entre ellos mujeres y niños, se encuentran hacinados en las cárceles del régimen de Tel Aviv. La mayoría no ha sido juzgada e incluso algunos no tienen acusación formal en su contra; una estrategia que el régimen de Israel denomina "detención administrativa".