El Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, supo en 2008 por un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) de que el empresario Lázaro Báez, próximo al expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), estuvo sacando dinero del país de forma fraudulenta sin que se llegase a presentar una denuncia ante la justicia.

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En una nueva edición del programa Periodismo para Todos emitido el domingo por la televisión El Trece, se informó de que la UIF, el organismo encargado de evitar el fraude fiscal en Argentina, elaboró un informe para el Gobierno en el que se advertía de que la empresa financiera Invernes no había conseguido justificar ingresos y transferencias de la constructora Gotti, del Grupo Báez, por valor de 54 millones de pesos (unos 8 millones de euros).

La UIF habría obtenido datos en 2008 sobre los movimiento de Invernes, gestionada por Ernesto Clarens, que según el programa de televisión, cuenta con lazos con la familia Kirchner. Hace dos semanas, el mismo programa informó de los lazos del expresidente Kirchner con Báez, que creó una red para sacar su dinero --hasta 55 millones de euros-- de Argentina y llevarlo a paraísos fiscales.

Kirchner fue gobernador de Santa Cruz desde 1991 hasta 2003, cuando consiguió la victoria en las elecciones presidenciales. Báez fue uno de los empresarios de dicha región que consiguió mayor número de contratos de la Administración regional.

El programa detalló además que Invernes está relacionado con el Grupo Báez a través de la constructora Austral, otra de las compañías del empresario, ya que ambas comparten domicilio en Buenos Aires. A pesar del informe, la presidente de la UIF en 2008, Rosa Falduto, nunca presentó una denuncia ante los tribunales.