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    El presidente firmó ya en 2008 la clausura, pero no la llevó a cabo
  • Cien presos están en huelga de hambre, algunos desde hace casi dos meses
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha dicho que reanudará esfuerzos para que el Congreso apruebe el cierre de Guantánamo, una cárcel sin garantías de ningún tipo, donde un grupo de presos lleva a cabo una huelga de hambre. Obama anunció el cierre en 2008, pero no lo llevó adelante.

"Sigo creyendo que tenemos que cerrar Guantánamo", porque es un penal "caro", "ineficaz" y una herramienta para reclutar extremistas, ha dicho Obama en una rueda de prensa este martes en la Casa Blanca.

Según fuentes militares y algunos abogados, 100 presos sobre un total de 166 en Guantánamo están en huelga de hambre en protesta por las condiciones de su reclusión. La protesta se inició a comienzos de marzo con un grupo pequeño y se ha ido extendiendo.

Alimentación forzosa

Algunos presos están siendo alimentados por vía intravenosa contra su voluntad. "Evidentemente no quiero que muera ninguno de esos individuos", ha dicho Obama, según el cual el Pentágono está "tratando de gestionar la situación lo mejor que puede". Según la prensa estadounidese, se ha reforzado la plantilla del pena con 40 médicos militares para hacer frente a la huelga.

86 presos están recluidos sin cargos y su liberación está "suspendida indefinidamente". Entre los reclusos están los supuestos autores intelectuales de los atentados de 11 de septiembre de 2001-

"La idea de que vamos a mantener a más de cien individuos en tierra de nadie perpetuamente (...) La idea de que mantendremos indefinidamente a individuos a los que no se ha juzgado es contrario a lo que somos (como país). Es contrario a nuestros intereses y tenemos que detenerlo", ha dicho Obama, que a los pocos días de llegar al poder en 2008 firmó un decreto para que en el plazo de un año se cerrara el pena.

"El Congreso determinó que no nos dejarán cerrarlo", se ha justificado, en alusión a la ausencia de acuerdo político para dar salida a todos los presos. "Voy a retomar este tema", ha concluido Obama.

Constantes pasos en sentido contrario

Sin embargo, todos los pasos dados últimamente por el presidente han ido en sentido contrario. Recientemente, cerró al oficina encargada de negociar la repatriación de algunos presos. Y hace solo unos días el nuevo secretario de Defensa anunció un plan para renovar las instalaciones de la base, en un extremo de la isla de Cuba, con una inversión de casi 200 millones de dólares.

En 2012, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, recordó que la administración estadounidense comete una clara violación de la ley internacional con esa prisión y denunció que tras aquella promesa incumplida las cosas no han mejorado, sino que incluso han empeorado tras la aprobación de una ley, denominada de Autorización de la Defensa Nacional, que "regulariza de manera efectiva las detenciones militares sin cargos ni juicio".

La comisionada también exigió una investigación completa y sistemática de las numerosas denuncias de torturas en Guantánamo, recogidas incluso en manuales militares filtrados por Wikileaks.