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Un sinnúmero de temblores sísmicos fue desencadenado en territorio del lejano oriente por el terremoto ocurrido ayer en el mar de Ojots, cerca de las costas de la península de Sajalín, corroboró hoy el Ministerio de Situaciones de Emergencia.

El movimiento telúrico fue localizado a las 10:00 hora local a unos 600 kilómetros de profundidad en el mar, con una magnitud de 7,7 a 8,2 grados, según diversas fuentes.

No se reportaron víctimas ni daños materiales, pero sí una cadena de temblores en territorios de la Kamchatka, Magadán, Sajalín, Siberia y Jabarovsk.

En el mismo lugar, los servicios sismológicos de la Academia de Ciencias en el lejano oriente registraron un temblor en la madrugada de este sábado de 6,8 grados de magnitud, indicó el ministerio de Situaciones de Emergencia.

Los efectos de esos fenómenos se sintieron el viernes en las ciudades del extremo europeo ruso, en Moscú, San Petersburgo y Nizhny Novgorod.

El Servicio de Geofísica, ubicado en el sur de la península de Sajalín, dio cuenta de la ocurrencia el viernes, en horas de la tarde, de otros dos sismos en el océano Pacífico, cerca de las islas Kuriles, de 4,7 y 3,8 grados de magnitud, respectivamente.

A mediados de mayo la porción sureste de la Kamchatka fue epicentro de casi una treintena de temblores de mediana intensidad, según informó la filial regional del Servicio de Geofísica.

Toda el aérea del lejano oriente ruso está comprendida en la zona del Cinturón de Fuego del Pacífico, de gran actividad sísmica.

La agencia ITAR-TASS reportó también hoy un seísmo de 5,6 grados en Tayikistán, Asia Central, pero con epicentro a 260 kilómetros al noreste de Dushanbé, en territorio de Uzbekistán, vecina república centroasiática